Este sábado Albert Rivera presentó el lema de campaña con el que tratará de capear el temporal demoscópico que marcan las encuestas, relegando a Ciudadanos a un papel mucho más residual que el cosechado el pasado 28 de abril. El PP sube a pasos agigantados, ensanchando la diferencia y erigiéndose como partido líder del cetro de la derecha.

“España en marcha” ha sido el eslogan escogido. Un claro guiño a su homólogo Emmanuel Macron: presidente de Francia, líder de “La République en Marche”, socio en el Parlamento Europeo y faro en el que Rivera trata de encontrarse. Pero su relación no siempre ha sido fructífera. Los abrazos mutuos y las alabanzas compartidas tornaron en amenazas de expulsión si el partido naranja seguía sustentando su poder orgánico en los apoyos de la extrema derecha, blanqueando a los ultras y rompiendo con una regla no escrita del liberalismo europeo.

Precisamente este juego de amistades peligrosas vuelve a perseguir a Albert Rivera. Y es que resulta que, en la campaña en la que ha abandonado el cordón sanitario del PSOE, el lema escogido fue la patente escogida por franquistas, falangistas y neonazis para concurrir de forma unitaria en el pasado.

ElPlural.com se ha puesto en contacto con José Luis Corral, líder de Movimiento Católico Español, uno de los grupúsculos que formaban parte de este ente: “Aquel movimiento era una agrupación de partidos patriotas, sindicatos y organizaciones culturales para redirigir nuestros esfuerzos hacia una gran España, valores morales y justicia social”, explica el dirigente. “En La España en Marcha estaban Falange Española, el Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español y Democracia Nacional”, enumera.

Este dominio contó con el seguimiento mediático después de su participación en un ataque fascista producido en la librería Blanquerna cuando se celebraba la Diada en Madrid. En aquel momento, la policía detuvo a 12 personas por esta agresión. “Sí, fuimos nosotros. Era una advertencia frente a la intentona separatista, que en aquel momento vivía su máximo esplendor con manifestaciones masivas reclamando la independencia”, expone Corral.

El dirigente ultra no ve con malos ojos que Ciudadanos abandere el nombre del país en su lema de campaña, aunque se muestra contrariado por el plagio: “Nos habíamos presentado electoralmente a elecciones generales, europeas, municipales y autonómicas bajo este nombre”.

“España en marcha”, un lema convertido en metáfora perfecta del vaivén argumental de una formación en caída libre. Abrazo al liberalismo de Macron que, paradójicamente, recupera el lema de aquellos ideales rechazados por sus socios franceses y abrazados por los naranjas en plazas como Madrid, Murcia o Andalucía.