Está claro que la derecha política y mediática de este país no tiene en complejos y han hecho del cambio de opinión toda una forma de entender la vida. Si el PP prometió en campaña no subir impuestos y después los sube, la derecha mediática ha dado un paso más y empieza a criticar a la todopoderosa canciller alemana, Ángela Merkel, que con sus recetas económicas consigue que la economía de su país vaya viento en popa mientras el resto de Europa se hunde.

ABC y el informe japonés
El ultra conservador diario madrileño ABC ofrece hoy una "sorpresa ideológica" en toda regla, y en su edición en internet titula "Alemania una de las culpables de la burbuja inmobiliaria española". ¡Toma ya!. Si esa afirmación la llega a hacer algún dirigente socialista español la que le caería desde las mismas páginas de ABC sería antológica. Pero si el titular es llamativo, la información lo es aún más. En el texto se puede leer "las críticas a Alemania por su postura ante la crisis europea arrecian por todos los frentes. Y el banco de inversión japonés, Nomura, se ha unido a ellas". Con tal de no darle la razón al socialista francés Francoise Hollande o al español Alfredo Pérez Rubalcaba, tiran del informe que sea. De esta manera y por primera vez, ABC que encumbró a Merkel a grado de heroína mundial y la puso siempre como ejemplo, empieza a criticarla. La derecha española nunca tuvo memoria y es capaz de cambiar de opinión como de chaqueta.

Informe Nomura
Más allá del sorprendente cambio de opinión de ABC, el "informe Nomura" pone el dedo en la llaga sobre la política que ha seguido el Banco Central Europeo (BCE) para ayudar a Alemania. El economista jefe de dicho banco de inversión japonés, Richard Koo, un experto estudioso sobre la crisis que sufrió el país nipón en la década de los noventa, afirma sin ambages que la política de bajos tipos de interés del BCE ayudó a Alemania a salir de la crisis económica que arrastraba, pero provocó la burbuja inmobiliaria de Irlanda, Portugal o España.

Así Koo afirma que "la principal causa de las burbujas inmobiliarias de Irlanda y el sur de Europa fue la decisión del BCE de mantener los tipos de interés bajos, al 2%, con tal de salvar la por entonces moribunda economía alemana" que aún pagaba el enorme coste de la reunificación con el Este.

El economista japonés es tajante en su informe y asegura: "si Alemania se hubiera enfrentado a su recesión con un mayor estímulo fiscal, el BCE no tendría que haber bajado tanto los tipos de interés, y las burbujas inmobiliarias en España y Portugal no se hubieran expandido como hicieron".