El Rey Felipe VI con su padre, Juan Carlos I.



“Nuevo rey, nueva imagen”. Con este “demoledor” argumento el consejero de Educación de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, hombre de confianza de la presidenta María Dolores Cospedal, anunciaba hace unos días en Cuenca su intención de “empapelar” las 2.000 aulas escolares con la efigie del nuevo rey Felipe VI que sustituirá a los otros cuadros que representaban a su padre, el también rey Juan Carlos I. Marín, que insiste en la importancia de adaptarse a los nuevos tiempos monárquicos, mostraba su convencimiento de que los nuevos retratos regios puedan llegar a Toledo en los próximos días.

Desmentido real
Sim embargo, ELPLURAL.COM quiso saber de la mismísima Casa Real si esa petición, que Marcial Marín dice haber formulado ya, se había recibido en La Zarzuela. Fuentes del departamento de comunicación consultadas por esta redacción negaron que dicha petición se hubiera realizado, subrayando que no es competencia de la Casa del Rey el envío de fotos y cuadros de Felipe VI, al mismo tiempo que nos recordaban que era Patrimonio la encargada de estos menesteres.

Marín tendrá que pagar los cuadros
En este sentido, fuentes de Patrimonio aseguraron que todavía no tienen preparada la nueva iconografía, pero que ésta nunca será gratis, sino que existen un baremo de precios fijados por tamaño, enmarcaje, calidad fotográfica, etc. Contamos todo esto porque Marcial Marín al ser preguntado por el coste de los 2.000 cuadros aseguró que la “petición está realizada formalmente y de momento no nos han pedido dinero”, sentenció. La verdad de todo este asunto es que tal solicitud no consta tampoco en Patrimonio del Estado y que Marín tendrá que desembolsar entre 20.000 y 30.000 si quiere “empapelar” con la imagen de Felipe VI las aulas, cuando en realidad no es necesario y entra dentro de otros tiempos pasados que nada tienen que ver con la nueva imagen que pretende proyectar el nuevo rey.

Más papista que el Papa...
A nadie se le escapa que la colocación de los cuadros del rey Juan Carlos se debió a una necesidad de cambiar la efigie del dictador y genocida Francisco Franco, presente en todos y cada uno de los rincones de la España de la pandereta. Eran otros tiempos. De ahí que muchas instituciones, sobre todo docentes, decidan prescindir ahora de las imágenes del nuevo rey, o reducir su presencia a la mínima expresión, salvo en aquellos organismos estatales y oficiales obligados a su colocación. En este sentido, hay que recordar que la Ley de Bases de Régimen Local recoge expresamente la obligatoridad de las entidades locales de exhibir un retrato del Jefe del Estado en lugar destacado de sus salones de plenos. Y punto. Y lo demás es ser más papista que el Papa, o lo que es lo mismo, ser consejero de Educación y Cultura del Gobierno conservador de Castilla-La Mancha y llamarse Marcial Marín.

...Y empecinado en no abrir los comedores escolares...
Eso sí, el consejero Marín se gastará 30.000 euros en los cuadros reales para los colegios castellano-manchegos, mientras que se niega rotundamente a abrir los comedores escolares en verano para dar de comer, sencillamente, a los niños hambrientos. Le da igual que la petición la haga la nada sospechosa Defensora del Pueblo, Cáritas, Cruz Roja o Save the Children. Le es indiferente; Marín ha recortado en un 95 por ciento las becas de comedor, que han pasado de las 20.000 de la época socialista a  solo 1.225 con Cospedal, según ha denunciado el PSOE.

...A pesar del 40% de niños pobres
Pero no solo lo dice el PSOE. Qué va. También los datos estadísticos del Gobierno de Mariano Rajoy sacan los colores al Ejecutivo presidido por María Dolores Cospedal, recordándole que Castilla-La Mancha está al frente de  la dantesca estadística que la señalan como la comunidad con el 40 por ciento de sus escolares en riesgo de pobreza. Cuarenta de cada cien niños no tienen nada que comer, o comen mal, o están desnutridos; pero, claro, lo primero es lo primero, y la prioridad pasa por colocar la foto del rey Felipe VI en las aulas antes que darle un bocadillo a un pequeño necesitado. Ya se sabe: “Nuevo rey, nueva imagen”. Pues eso.