Rodeado de prensa a la que no ha dirigido ni media palabra y con gritos de “chorizo” de fondo. Así ha llegado este martes el exministro de Industria José Manuel Soria al Juzgado de Instrucción número 6 de Las Palmas de Gran Canaria acusado por unos delitos de injurias, calumnias y delito electoral. 

Ha tenido que declarar después de que se admitiera a trámite la querella presentada por la magistrada y excandidata de Podemos, Victoria Rosell. Así, el exministro tendrá que intentar explicar todo lo que dijo sobre Rosell en la pasada campaña electoral, cuando acusó a la jueza de haber cometido delitos en su carrera en la judicatura mientras que ambos competían en la circunscripción de Las Palmas como cabeza de lista de Podemos al Congreso de los Diputados.

Concretamente, el magistrado que sustituyó a la propia Rosell en el Juzgado de Instrucción nº 8 de Las Palmas, Salvador Alba, habría tenido contactos con investigados en un procedimiento penal para que éstos declarasen en un determinado sentido; es decir, para que asegurasen que Rosell había cometido actos delictivos. Detrás y atizando las llamas, habría estado el también canario José Manuel Soria.

Victoria Rosell se vio salpicada en esa campaña por una investigación disciplinaria abierta por la Fiscalía, que consideraba que la juez había vulnerado sus obligaciones profesionales al no apartarse de la instrucción de un caso por fraude fiscal abierto contra el empresario Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas, a pesar de tener posibles intereses personales en el asunto.

“Debe responder por ese empeño de imputarme delitos durante la campaña pese a las evidencias”, ha exigido Rosell en repetidas ocasiones, sobre todo, teniendo en cuenta que el Consejo General del Poder Judicial exoneró después a Rosell preo está ya había abandonado las listas de Podemos y no se presentó a las elecciones.

Sin embargo, Soria se querelló contra Rosell por cohecho, prevaricación y retardo malicioso de una causa penal porque entendía que la instrucción que había realizado la juez en el caso contra el empresario Ramírez estaba influenciada por sus intereses personales y los de su pareja. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias archivó esas acusaciones el pasado 5 de diciembre porque, en su opinión, no había delito alguno.

Reaparece entre quienes le aplaudieron al irse

En abril de 2016 José Manuel Soria dimitía tras haberse inventado más de una versión diferente sobre su implicación en empresas en paraísos fiscales. En sólo unos días, pasó de ser un protegido del PP y amiguísimo de Rajoy al que todos creían, a ser una persona que no sabía explicarse y cuyo nombre salía en los papeles de Panamá.

Sólo una semana después, reaparecía públicamente en un acto del PP de Canarias y los allí presentes, entre ellos maría dolores de Cospedal, le recibieron entre aplausos y abrazos. 10 meses después, el pasado 3 de febrero, y sólo unos días antes de sentarse en el banquillo para declarar, los mismos han vuelto a arroparle.

Soria, recordando su etapa como presidente del PP, acudió a otro acto de los populares canarios en el que se homenajeaba a los afiliados más veteranos de la isla. Sentado en la primera fila junto al también ex alcalde de Las Palmas de Gran Canaria Juan José Cardona.