Javier Negre ha empezado el año político dejándose caer por las Cortes de Castilla-La Mancha con un objetivo claro: desprestigiar al presidente autonómico Emiliano García-Page. Así se desprende de las fotografías obtenidas durante el día de hoy y en las que se puede ver como Negre, el gestor de la plataforma Estado de alarma y el periodista que fue expulsado de El Mundo, comía con los principales líderes de la prensa del Partido Popular.

El encuentro no parece casual, ya que este 2023 electoral, García-Page se enfrenta al desafío de revalidar su gobierno autonómico, en un año convulso y tras el desgaste provocado por el tono de crispación que lleva utilizando desde 2019 la oposición. Hace tan solo unos días, el presidente avisaba de que “frente al ruido, todo aquél que se quiera acercar, tendrá espacio para llegar a consensos en el futuro”. Ya advertía el líder socialista de Castilla-La Mancha a través de estas palabras que si algo se puede escuchar este año de campañas electorales es mucho ruido.

Page hacía estas alusiones en una comparecencia en la que también recordó su prioridad de defender los intereses de la región "por encima de los intereses de cualquier partido político", incluso del PSOE, ha afirmado que esta decisión del Gobierno “debería hacer avergonzarse a muchos de los que han calificado a esta lucha como humo, como mentira, como una coartada electoral”, señalando claramente al PP de la región.

Parece que eso no gustó al principal partido de la oposición que respondió concertando un encuentro con uno de los periodistas que más tiempo ha dedicado a atacar al Gobierno y a los socialistas. Sin embargo, el nombre de Negre no está ligado precisamente a la profesionalidad y a la veracidad pues, en 2019, se hizo pública una sentencia que lo condenaba por, presuntamente, inventarse una entrevista con una víctima de violencia de género.

De hecho, según el fallo, Negre “apareció en el domicilio de los padres” de una víctima de maltrato y, tras no conseguir que le dieran una entrevista, “comenzó a forzarla vía Whatsapp a mantener una reunión con él”, una reunión que finalmente se acabaría inventando. El propio periódico que le tenía contratado, El Mundo, admitió que Negre debió actuar “de forma más acorde con la buena praxis” en un comunicado en el que anunciaba que se depurarían responsabilidades.

Ahora, el polémico periodista parece haber centrado su tiro en la campaña de Castilla-La Mancha de García-Page. Si en los próximos días comienzan informaciones dudosas y rocambolescas direccionadas interesadamente contra el presidente autonómico no supondrá ninguna sorpresa. No es tampoco una imagen muy buena en materia de reputación para los responsables de la prensa autonómica popular ser fotografiados en una compañía de este tipo.