Los malos augurios y las primeras cifras se confirman. La extrema derecha sigue escalando en la Unión Europea hasta colonizar los Países Bajos. El Partido de la Libertad (PVV) de Geert Wilders se ha erigido como la fuerza más votada logrando 37 de los 150 escaños en juego en las elecciones parlamentarias celebradas este miércoles. Un resultado que le da prioridad para conformar un Gobierno por delante de la coalición formada por el Partido del Trabajo y los Verdes (GL-PvdA), en segundo lugar, y el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro en funciones, Mark Rutte. Wilders ha prometido "priorizar los intereses de los neerlandeses" y "limitar el tsunami de asilo" en el país. Un camino que se ha visto también en América Latina con la polémica victoria de Milei en Argentina.

La ultraderecha de Geert Wilders gana en Países Bajos

Las elecciones generales celebradas en los Países Bajos ha dibujado un escenario claro donde la ultraderecha gana poder. De hecho, la formación de extrema derecha que encabeza Geert Wilders no solo se ha impuesto en las urnas sino que ha mejorado su resultado, duplicando el número de diputados hasta en 20 escaños. En segundo lugar se ha quedado la coalición formada por el Partido del Trabajo y los Verdes (GL-PvdA), que lidera el exvicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, que también avanza en sus números pasando 17 a 25 diputados. Por detrás se ha quedado el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro en funciones, Mark Rutte, -ahora con Dilan Yessilgoz a la cabeza-, que ha visto reducida su representación. De 34 escaños ha bajado hasta los 23.

Por su parte, el Nuevo Contrato Social (NSC), del demócrata-cristiano Pieter Omtzigt, irrumpe con 20 escaños en la Cámara Baja neerlandesa, aunque lejos del resultado previsto en las encuestas, que lo situaban como una de las formaciones destinadas a revolucionar la política nacional, según datos del Servicio Electoral de la Agencia de Prensa Holandesa (ANP) recogidos por NOS. Cabe destacar que la población de Países Bajos ha votado este miércoles en unas elecciones parlamentarias anticipadas, convocadas después de que el primer ministro Rutte anunciara la disolución del Gobierno el pasado verano debido a conflictos internos a cuenta de la migración.

Con este boceto, la mayoría de escaños en la próxima legislatura en Países Bajos han quedado a cargo de estas cuatro formaciones. Tras ellas aparecen Demócratas 66 (D66) o el Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB), con diez y siete escaños, respectivamente. Llamada Demócrata Cristiana (CDA) se ha hecho con cinco diputados; el Partido por los Animales (PvdD) ha logrado otros cuatro; y el Foro para la Democracia (FvD), la Unión Cristiana (CU) y el Partido Político Reformado (SGP) tres escaños cada uno. Volt y a Denk han obtenido dos escaños, mientras que 50Plus y JA21 se han quedado con un diputado cada uno. Como ya auguraban las encuestas a pie de urna, el BIJ1 y el partido Interés de Países Bajos (BVNL) se han quedado fuera de la Cámara de Representantes.

"Limitar el tsunami de asilo"

"La esperanza de Países Bajos es que la gente recupere su país. Que el tsunami de asilo sea limitado, que llegue más dinero a las carteras de los ciudadanos". Estas han sido unas de las primeras manifestaciones públicas de Wilders, que ha celebrado que "el elector ha hablado" y ha prometido que el PVV se asegurará de "priorizar los intereses de los neerlandeses" en la próxima legislatura, en la que quiere ser primer ministro. Para lograr su objetivo, en su programa electoral incluye cuestiones como un referéndum para salir de la Unión Europea, así como la prohibición del Corán y las mezquitas en Países Bajos, aunque unos días antes de las elecciones aseguró que dejará estas cuestiones en segundo plano porque el país "tiene otros problemas más importantes".

Y es que a Wilders parece no importarle ser uno de los políticos más criticados del país por sus reproches contra el islam y la izquierda. De hecho, ha sostenido que en la agenda que pretende implementar "no será posible en la izquierda". Con todo, no lo va a tener sencillo ya que el sistema electoral es complejo, y muestra de ello son todas las crisis de gobiernos que ha experimentado Países Bajos desde 1998, último año en el que lograron agotar una legislatura completa. Es casi seguro que no va a poder gobernar en solitario, y no existe un límite de socios para la conformación de un Ejecutivo. Eso sí, solo hay un primer ministro, por lo que Wilders tendrá que negociar con el resto de fuerzas.

La sucesora de Rutte en el VVD, Dilan Yeşilgöz, está llamada a acercarse al dirigente ultraderecha, una vez visto que ha estado coqueteando con esta formación en las últimas semanas de campaña electoral, que ha estado centrada en la llegada de refugiados. No es uno de los problemas principales del país, ya que recibe un 35% menos de solicitudes de asilo que sus países vecinos y el flujo de llegadas es casi la mitad de lo previsto. Sin embargo, esto ha dado alas a la derecha, especialmente a la extrema derecha, para reforzar sus programas en varios puntos sobre esta materia, como reformar el sistema migratorio y limitar las llegadas de solicitantes de asilo e inmigrantes.