El grupo rebelde Hayat Tahiri al Sham (HTS) ha provocado el derrumbe del gobierno de Bashar al Assad. El hasta ahora presidente sirio abandonó el país este domingo y ha ordenado una transferencia “pacífica” del poder tras la caída del capital del país, Damasco.
La guerra civil siria empezó en 2011 y se reactivó con el avance de los rebeldes donde tomaron la ciudad de Aleppo. En poco más de una semana, los rebeldes han tomado el control de varias ciudades en un avance que tenía como objetivo derrumbar el gobierno de Assad. Algunos medios apuntan a que esta inflamación del conflicto viene a raíz de la apertura que ha proporcionado los conflictos internacionales. A través del involucramiento de Rusia y Estados Unidos en los conflicto israelíes y ucranianos, el poder de los partidos que cuentan con su apoyo se ve debilitado.
Afiliaciones terroristas
El HTS fue, hace unos años, una de las unidades de Al-Qaeda. Actualmente, el grupo está compuesto por una gran variedad de actores, desde poderes islámicos hasta facciones moderados, según CNN. Sin embargo, diferentes países han iniciado negociaciones para evaluar si se va a eliminar el grupo de rebeldes de sus respectivas listas de organización terrorista.
Los partidos de extremismo islámico han tenido una lavada de cara los últimos años para expandir su influencia en el continente asiático y africano. Debido a las divisiones internas de Al-Qaeda y los desacuerdos respecto a las estructuras de poder internos, se disolvió y se convirtió en ramas y pequeños grupos con diversos grados de radicalismo. HTS se separó de Al-Queda en 2017 y se ha estado alejando del grupo gradualmente; en la actualidad, ha recalcado que es “una entidad independiente que no sigue ningún partido u organización, al-Qaeda u otros”. Aun así y de acuerdo con el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), ideológicamente se ciñe al salafismo yihadista.
Esta rama de principios yihadistas es seguida tanto por Al-Qaeda como por el Estado Islámico; justifica la violencia contra los no pertenecientes al islamismo además de los practicantes que consideran alejados de la religión y buscan establecer la práctica del islam tradicional, es decir, implementar la sharía. Cabe remarcar que el precursor de este grupo, Jabhat al-Nusra, apareció en 2011 como reacción al régimen de Assad, de acuerdo con CSIS.
Sin embargo, Reino Unido y Alemania han iniciado un debate para considerar si el grupo debe retirarse de sus respectivas listas de grupos terroristas. El secretario de Estado para las Relaciones Intergubernamentales, Pat McFadden, ha indicado que la situación en Siria es "muy fluida". La portavoz de del Ministerio de Exteriores alemán ha declarado a la agencia DPA: "HTS ha consumado hechos en los últimos días. Y, nos guste o no, desempeñará un papel relevante de cara al futuro cercano en la reorganización de Siria".
Esta inclinación de aceptar el liderazgo de HTP y su consecuente eliminación de listas de grupos terroristas podría explicarse, en parte, por la importancia geoestratégica de Siria. Comparte frontera con Iraq, Líbano, Israel, Jordania y Turquía, todos ellos actores claves en la política de Oriente medio.
Los Altos de Golán
Los Altos de Golán son una zona geoestratégica clave en oriente medio por su posición entre fronteras y por su altura. Cruza territorio libanesa, siria e israelí; aunque diferentes países junto con Naciones Unidas rechazan y apoyan la reclamación de territorio de cada uno de estos Estados.
Tras el colapso del gobierno de Assad, el presidente israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó a sus militares israelíes ocupar la zona de amortiguación que separa los Altos de Golán con Siria por primera vez desde 1974, según CNN. Históricamente, Siria nunca ha aceptado a Israel como un estado legítimo y han estado en guerra perpetua desde el establecimiento de Israel en 1948.
Esta reacción defensiva se podría explicar parcialmente con las alianzas que guarda los rebeldes con Al-Qaeda y otras organizaciones terroristas, cuyo objetivo es erradicar a otras religiones. Para un país con el 81% de población judía, según el Pew Research Centre, la llegada al poder de este grupo se puede percibir como una amenaza. Por otro lado, Un analista del Grupo Crisis Internacional, Jerome Devon, afirma que “con el paso del tiempo, HTS ha estado abriéndose a minorías religiosas”, según DW.

Guerras dentro de guerras
Lo que hace este conflicto tan complejo es la multitud de actores involucrados. En la superficie, es una guerra civil, pero en profundidad, es una guerra que compromete tanto a estados vecinos como a los poderes internacionales de Estados Unidos y Rusia. En general, el país soviético apoya a grupos lealistas mientras que Estados Unidos apoya a los rebeldes, algo que trae consigo contradicciones.
Estados Unidos ha sido un opositor a Assad -por ello se refugió en Rusia- cuyo mayor opositor son los grupos rebeldes. Pero, parte de estos grupos están asociados a ISIS y otras organizaciones terroristas, resultando en que el apoyo de Estados Unidos a los rebeldes entra en contradicción directa con sus intereses estatales. Por ello, intenta apoyar grupos específicos de rebeldes, según The Atlantic.
Además, este conflicto es profundamente ideológico y es considerado por el Instituto de Washington de Políticas del Este Cercano como el “mayor campo de batalla y generador de sectarismo Sunni-Shia que ha visto el mundo jamás, con implicaciones profundas para las futuras fronteras de oriente medio y la propagación de terrorismo”, según The Atlantic.
¿Qué consecuencias tiene el éxito de los rebeldes?
El futuro de Siria es difuso otra vez. Los rebeldes están compuestos por una multitud de grupos con intereses diferentes que inevitablemente entrarán en conflicto al asumir el poder. Otro factor es la cantidad de protagonismo que se le otorgue a los grupos terroristas ya que podría tener consecuencias sin precedentes sobre las políticas y las alianzas de la zona. Paralelamente, impacta la política internacional a gran escala. Si prolifera los movimientos terroristas de esta asociación de rebeles, Estados Unidos se verá en una posición muy conflictiva por su apoyo.
Asimismo, el efecto de esta victoria sobre la guerra sectaria, la posición de Israel en los Altos de Golán, el refugio de Assad en Rusia y el papel de las fuerzas Kurdas es incierto. Dado la magnitud del conflicto, el alto volumen de actores junto con los micro y macro conflictos involucrados en la guerra, la dimensión de los efectos de este conflicto es difícil de calcular. Lo que sí está claro son las víctimas de la guerra. En 2022, se calculó que habían muerto 306.887 civiles, según la oficina de derechos Humanos de la ONU. También ha registrado más de 6,5 millones de sirios convertidos en refugiados y Amnistía Internacional estima que se han violado los derechos de más de 56.00 personas, 30.000 de estos niños, hasta abril de este año.