Este martes, Michael Sparks, conocido por ser el primero en irrumpir en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, ha sido sentenciado a más de cuatro años de prisión por un tribunal federal. Durante el juicio, Sparks ha mantenido su creencia en las teorías de fraude electoral promovidas por el expresidente Donald Trump, a pesar de las evidencias en contra. "Soy un ciudadano estadounidense que cree hasta este martes que estamos en una tiranía", declaró ante el juez, mostrando su convicción inquebrantable.
A lo largo del juicio, el juez Timothy J. Kelly escuchó las declaraciones de Sparks, quien afirmó que las elecciones le fueron "arrebatadas" a la gente. Kelly respondió que, aunque es libre de creer en cualquier teoría, eso no justifica sus acciones. "Creo que no aprecias la gravedad total de lo que sucedió ese día y lo serio de tus actos", le reprochó el magistrado, subrayando la peligrosidad del precedente que se sentó aquel día.
Condena ejemplar para el primero en asaltar el Capitolio de Estados Unidos
Aunque a Sparks se le retiró el cargo de obstrucción de un procedimiento oficial, relacionado con el recuento de los votos electorales, el juez sostuvo que la actitud mostrada durante el juicio evidenciaba sus verdaderas intenciones. Esta decisión se produjo tras una resolución del Tribunal Supremo que afectó a cientos de acusados más en relación con los ataques del 6 de enero.
Desde aquel incidente, más de 1.400 personas han sido acusadas, y más de 1.000 han sido condenadas, aunque muchas recibieron penas de libertad vigilada. Más de 500, sin embargo, han enfrentado sentencias que van desde unos pocos días hasta 22 años de cárcel. Entre los casos más destacados está el de Enrique Tarrio, líder de la milicia de ultraderecha Proud Boys, quien recibió una condena de 22 años, también dictada por el juez Kelly.