Los peores presagios se han cumplido y la tierra ha vuelto a temblar este jueves de madrugada en la zona centro de Marruecos, con un gran terremoto de magnitud 4,6 en la escala de Richter. Ha ocurrido seis días después de que unas 3.000 personas perdieran la vida por un seísmo de 6,8 registrado el pasado viernes en Marruecos.

La última gran réplica ha tenido lugar cerca de las 7.00 (hora local) y el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) sitúa el origen del terremoto a 9,7 kilómetros de profundidad, lo que contribuiría a que se sintiese también en superficie con especial virulencia.

Se trata de una de las réplicas más potentes desde el terremoto del viernes, si bien el Centro Sismológico Euro-Mediterráneo (CSEM) tenía también registradas dos de magnitud 3,5 ocurridas el miércoles.

El USGS estima que uno de cada 20 terremotos como el de Marruecos deriva en una réplica similar o incluso superior en la semana siguiente, si bien fuentes de este centro consultadas por Europa Press han apuntado que la probabilidad de que sea así disminuye con el tiempo.

El escenario más frecuente, al que el USGS concede una probabilidad del 98 por ciento, pasa por una progresiva reducción tanto del número como de la magnitud de las réplicas, de tal manera que sólo se contemplen movimientos moderados que, en algunos casos, pueden afectar a estructuras ya debilitadas en la superficie.

Otro escenario, que ronda el 2 por ciento en cuanto ha probabilidad, sí prevé una o más réplicas de magnitud superior a 6, mientras que habría menos del 1 por ciento de posibilidades de que Marruecos sufriese a corto plazo un seísmo que supere los niveles del ocurrido el 8 de septiembre. Llegado el caso, este segundo terremoto derivaría en sí mismo en su propia secuencia de réplicas.

Casi 3.000 muertos

El balance de víctimas mortales del terremoto de magnitud 6,8 en la escala abierta de Richter que sacudió Marruecos el 8 de septiembre ha ascendido a cerca de 2.950, según han confirmado las autoridades, que apuntan que más de 5.600 personas han resultado heridas.

El Ministerio del Interior marroquí ha especificado que hasta la fecha se han confirmado 2.946 muertos y 5.674 heridos, al tiempo que ha apuntado que la provincia más afectada es la de Al Hauz, donde se situó el epicentro, donde se han registrado 1.684 víctimas mortales.

Por detrás figuran las provincias de Tarudant, con 980 muertos; Chichaua, con 202 fallecidos; Uarzazate, con 41 víctimas; y Marrakech, con 18. Por otra parte, se han confirmado once muertos en Azilal, cinco en Agadir, tres en Casablanca y uno en Yusufia y Esauira.

Asimismo, ha manifestado que 2.944 víctimas totales, la práctica totalidad, han sido ya enterradas, antes de apuntar que las autoridades continúan sus esfuerzos de búsqueda y rescate, así como los destinados a hacer frente a las repercusiones del seísmo, según ha recogido la agencia estatal marroquí de noticias, MAP.

Mohamed VI tarda cuatro días en aparecer

Tras varios días de silencio y ninguna aparición pública, el monarca alauí se ha dejado ver por primera vez después del desastre natural que sacudió Marruecos, si bien su visita al hospital de Marrakech apenas se ha prolongado por 20 minutos.

Durante su recorrido por las instalaciones, el monarca Mohamed VI ha visitado la unidad de cuidados intensivos y se ha interesado por el estado de salud de los heridos. Además, ha accedido a realizar una donación de sangre, según recoge el portal de noticias Le 360.

El último balance oficial del Ministerio del Interior marroquí arroja una cifra de 2.901 fallecidos --la mayoría de ellos en las provincias de Al Hauz y Tarudant--, mientras la cifra de heridos asciende hasta los 5.530.

Los servicios de emergencia de Marruecos continúan desplegados en las zonas damnificadas, hasta donde sólo han podido acceder equipos enviados por cuatro países --España, Reino Unido, Qatar y Emiratos Árabes Unidos--, puesto que Rabat no ha aceptado la ayuda ofrecida por otros gobiernos alegando razones logísticas.

Problemas a largo plazo

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que ha recorrido algunas de las zonas afectadas por el terremoto del pasado viernes en Marruecos, ha concluido que se han cubierto las necesidades sanitarias más inmediatas de la población damnificada, pero ha llamado también a tener en cuenta los "problemas a largo plazo" en este tipo de emergencias y que incluyen, por ejemplo, seguir brindando atención física y psicológica a las víctimas.  

El Gobierno marroquí estima en unas 3.000 las víctimas mortales, mientras que la cifra oficial de heridos no ha dejado de aumentar y el martes superaba ya los 5.500.

Johnson habla desde Marrakech, punto de partida para que los equipos de la organización hayan recorrido en los últimos días áreas más cercanas al epicentro como Amizmiz y Tahnaout. "No hemos visto grandes necesidades que no estén ya cubiertas", explica el responsable de MSF, que antes del seísmo no tenía presencia en Marruecos y se ha centrado básicamente en apoyo logístico.

Parte de los heridos han sido evacuados a hospitales de otras ciudades de Marruecos y, al mismo tiempo, hasta la zona cero se han desplazado médicos y enfermeras de localidades alejadas como Rabat y Casablanca, destaca Johnson.

"Ahora empieza la fase en la que aparecerán los problemas a largo plazo", que van desde la rehabilitación de quienes han sufrido heridas a la atención de la salud mental, "ya que hay personas traumatizadas" por lo que han vivido. A ello se suman otras carencias al margen del aspecto meramente médico, como pueden ser la distribución de agua y comida o garantizar que todos aquellos ciudadanos que se han quedado sin casa vuelvan a tener un techo.