El responsable de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths, ha solicitado este viernes el incremento urgente de la ayuda humanitaria para la población gazatí en el marco de un nuevo "éxodo masivo" hacia el paso de Rafá, entre Egipto y el sur de la Franja de Gaza. Los trabajadores humanitarios de la ONU han estipulado en torno a los 100.000 la cifra de personas desplazadas que ha llegado a Rafá en los últimos días, temiendo el empeoramiento de las ya "terribles condiciones" en la zona.

En este sentido, Griffiths ha lamentado que "una población traumatizada y exhausta" esté siendo "hacinada en una porción de tierra cada vez más pequeña". "¿Crees que llevar ayuda a Gaza es fácil? Piénsalo de nuevo", ha publicado este viernes el representante humanitario de la ONU en la red social X, antes Twitter, donde ha recopilado las trabas y problemas a los que han de enfrentarse los trabajadores humanitarios en la Franja de Gaza.

"Tres niveles de inspecciones antes de que los camiones puedan entrar", "puntos de entrada insuficientes", "bombardeos constantes", "malas comunicaciones" y "carreteras dañadas" son algunos de los impedimentos relatados por Griffiths. El contexto hace muy complicada la entrega de ayuda humanitaria en una región en la que "hasta los propios trabajadores humanitarios son desplazados y asesinados" y en la que "los refugios hace tiempo que superaron su capacidad total".

 

"Esta es una situación imposible para el pueblo de Gaza y para quienes intentan ayudarlo. Los combates deben parar", ha insistido Griffiths, reforzando la postura del jefe de la ONU, António Guterres, quien defiende que "una operación de ayuda eficaz en Gaza requiere seguridad; personal que pueda trabajar con seguridad; capacidad logística; y la reanudación de la actividad comercial".

Según datos de Naciones Unidas, unos 1,9 millones de gazatíes, el equivalente al 85 por ciento de la población del enclave, han sido desplazados internamente desde la reanudación del conflicto entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el pasado 7 de octubre. A su vez, la cifra de víctimas mortales supera ya la barrera de las 20.000, y los heridos ascienden hasta más de 50.000.

Las enfermedades infecciosas, otro problema

A su vez, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido este viernes de "la creciente amenaza de enfermedades infecciosas" en la Franja de Gaza.

"Mientras las personas siguen siendo desplazadas masivamente en el sur de Gaza, con algunas familias obligadas a mudarse varias veces y muchas refugiándose en instalaciones sanitarias superpobladas, mis colegas de la OMS y yo seguimos muy preocupados por la creciente amenaza de enfermedades infecciosas", ha escrito Ghebreyesus en su cuenta de Twitter.

 

Concretamente, Tedros ha explicado que entre mediados de octubre y mediados de diciembre han llegado a registrarse cerca de 180.000 casos de infecciones del aparato respiratorio superior; 136.400 casos de diarrea, la mitad de ellos en niños menores de cinco años; 55.400 casos de piojos y sarna; 42.700 casos de erupción cutánea, incluidos 4.722 casos de impétigo; 5.330 casos de varicela; 4.683 casos de síndrome de ictericia aguda; y 126 casos de meningitis.

En este sentido, el máximo mandatario de la Salud Mundial ha incidido en que tanto la organización como sus socios "están trabajando incansablemente para ayudar a las autoridades sanitarias a aumentar la vigilancia y el control de las enfermedades mediante el suministro de medicamentos y kits de pruebas para apoyar la detección y respuesta rápidas a enfermedades infecciosas como la hepatitis, y tratando de mejorar el acceso al agua potable, los alimentos, la higiene y el saneamiento".