El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha comunicado a Estados Unidos su negativa al futuro establecimiento de un Estado palestino una vez concluya el conflicto en la Franja de Gaza.

"Le dije esta verdad a nuestros amigos estadounidenses y frené el intento de que forzasen una realidad sobre nosotros que perjudicaría la seguridad de Israel", ha argumentado el líder sionista en rueda de prensa, añadiendo, a su vez, que su postura no será un impedimento para que Israel "amplíe el círculo de paz" con el resto de países árabes.

"El primer ministro debe ser capaz de decir no a sus amigos", ha afirmado Netanyahu. Por su parte, Estados Unidos se ha mantenido firme y ha insistido, por mediación del asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en que "no dejarán de trabajar para conseguir una solución de dos Estados". "Habrá una Gaza postconflicto. No habrá una reocupación de Gaza", ha aseverado Kirby. 

En la zona del conflicto, los ataques no han cesado ni en el mar Rojo ni en la Franja de Gaza. Las fuerzas estadounidenses han continuado bombardeando zonas controladas por los hutíes yemeníes, después de declararlos como amenaza terrorista tras su bloqueo al tráfico comercial internacional en protesta contra la masacre sobre el pueblo palestino. Por su parte, Israel continúa inmiscuido en este mismo propósito, dejando ya más de 24.600 palestinos sin vida, un 60% de ellos niños, desde el 7 de octubre. Con sus más recientes declaraciones, Netanyahu deja claras las intenciones de Israel una vez decida frenar su ofensiva sobre Gaza: a pesar que desde el inicio del conflicto han sostenido que el enemigo contra el que luchan es Hamás, ahora el primer ministro israelí sostiene que no contempla la posibilidad de constituir un Estado palestino una vez terminen las hostilidades.

"El conflicto es por un Estado judío"

En el mismo sentido, Netanyahu ha resaltado que el conflicto "no trata sobre la falta de un Estado palestino, sino sobre la existencia de uno judío", llevándose una cuestión histórica con décadas de recorrido a su propio terreno y a las propias ambiciones políticas de Israel. "Parar los ataques en la Franja de Gaza contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) podría dañar la seguridad de Israel durante generaciones. Solo la presión militar conducirá a la liberación de los rehenes en el enclave palestino", ha agregado.

"El Gobierno, bajo mi mandato, no se conformará con nada menos que una victoria total", ha resaltado, antes de añadir que las hostilidades van a prolongarse durante meses, hasta la denominada "victoria total". "Israel está dispuesta a luchar en todos los frentes hasta que todos los objetivos sean conseguidos", ha zanjado. Se diluyen, así, los argumentarios que apuntaban a la lucha contra Hamás como justificación de la masacre, y comienzan a cobrar sentido las retóricas que apuntaban, desde el primer momento, a que el objetivo de Israel era la aniquilación del territorio y el pueblo palestinos, tal y como el propio Netanyahu ha reconocido veladamente al "no concebir" su establecimiento tras el fin de esta última fase del conflicto.

Juicios por genocidio en tribunales internacionales

A su vez, cabe recordar que Israel está siendo juzgada en el tribunal con mayor autoridad de la ONU, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, después de que Sudáfrica presentase una reclamación que señalaba que la operación militar israelí en Gaza mantiene "un patrón de conducta genocida" destinado a eliminar a la población palestina. La Convención para Prevenir el Genocidio, que fue constituida por las Naciones Unidas en 1948 tras el Holocausto, define el genocidio como "actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". La norma está en vigor en 152 países, incluido Israel. Cualquiera de los países firmantes, como lo es Sudáfrica, puede elevar a los tribunales internacionales casos de genocidio si considera que se están llevando a cabo.

Israel, como era de esperar, lleva desde el comienzo del procedimiento negando a la mayor que esté llevando esta clase de actos, y de hecho, le ha dado la vuelta a la tortilla al expresar, por mediación del asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores del país, Tal Becker, que "si hubo actos de genocidio, estos fueron perpetrados contra Israel". "Se ha dado una imagen fáctica y jurídica profundamente distorsionada de la realidad de la guerra de Gaza y es muy hipócrita olvidarse de una parte de la historia", añadió Becker. 

"La acusación ha ignorado el intento de Hamás de cometer un genocidio real en el ataque de octubre", ha señalado también Becker, en referencia al golpe que el Movimiento de Resistencia Islámica perpetró contra la población israelí y que se saldó con 1.200 muertos y más de 200 rehenes. La respuesta del Ejército israelí desde entonces ha sido ininterrumpida durante ya más de tres meses y la cifra de palestinos fallecidos bajo los ataques israelíes asciende a los 24.600, y el número de heridos supera los 50.000, en un conflicto que, tras más de siete décadas de historia, entró en una nueva etapa en la recta final de 2023.