La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, ha concluido su campaña electoral en Filadelfia, Pensilvania. Desde el Museo de las Artes de la ciudad, Harris ha instado a un voto masivo con un mensaje centrado en el sueño americano. En su discurso, ha destacado la importancia de aquellos que "empiezan como los menos favorecidos y escalan hasta la victoria". La multitud presente ha sido testigo de su llamado a la acción, mientras Harris preguntaba: "Filadelfia, ¿estamos listos para ganar?". La ciudad, conocida como el lugar donde se forjaron los cimientos de la democracia estadounidense, ha sido el escenario perfecto para este cierre de campaña.
La vicepresidenta ha transmitido un mensaje de "optimismo, con energía, con alegría", subrayando que su campaña no ha sido una lucha contra algo, sino por algo. Harris ha recordado que su carrera hacia la Casa Blanca comenzó hace 107 días y ha estado marcada por una visión positiva del futuro. En Filadelfia, la candidata ha enfatizado su compromiso con el pueblo estadounidense, destacando que "somos la promesa de América". En su trayectoria profesional, primero como senadora y luego como fiscal general de California, Harris ha luchado por aquellos que han sido heridos y descartados, pero que nunca han dejado de creer en el potencial del país.
Previamente, en Pittsburgh, Pensilvania, Harris prometió poner fin a "una década de política impulsada por el miedo y la división". En su tercera parada en este estado clave en vísperas de la jornada electoral, la candidata demócrata declaró: "Hemos terminado con eso. Se acabó. Hemos acabado. Estamos agotados de ello, y Pittsburgh, no vamos a volver atrás". Estas palabras resonaron en el Monumento Histórico Nacional de los Altos Hornos de Carrie, donde Harris reafirmó su intención de marcar la diferencia en las elecciones. Según ella, "el impulso está de nuestro lado", y su optimismo se hizo evidente a lo largo del evento.
Kamala Harris promete un cambio tras una década de política divisiva
La campaña de Harris ha captado las ambiciones, aspiraciones y sueños del pueblo estadounidense. Prometiendo "una nueva generación de liderazgo", la candidata ha expresado su disposición a liderar el país como la próxima presidenta de Estados Unidos. Este mensaje ha sido central en su campaña, y ha resonado entre aquellos que buscan un cambio en el liderazgo del país. Harris ha destacado la importancia de un liderazgo que refleje las necesidades y deseos del pueblo, y ha reiterado su compromiso de ofrecer ese liderazgo.
Harris ha enfatizado que su campaña ha sido una lucha por algo positivo, no en contra de algo. Este enfoque ha sido un pilar fundamental de su mensaje al electorado. La candidata ha subrayado que su visión para Estados Unidos es inclusiva y esperanzadora, y que está dispuesta a trabajar por un futuro mejor para todos los ciudadanos. En sus discursos, ha resaltado su compromiso con la justicia y la equidad, valores que considera esenciales para el progreso del país.