La Justicia de Israel -el Poder Judicial- ha cargado contra el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, mientras el responsable de este anuncia un ataque “sin precedentes” contra la franja de Gaza con el objetivo de destruir lo que queda de la misma.

La fiscal general del Estado, Gali Bahrav-Miara, ha acusado al primer ministro de intentar llevar a cabo un “cambio de régimen al amparo de la guerra y la desviación de la atención pública”. “Esto no es una advertencia sobre el futuro, sino una imagen de la realidad (…) La forma de gobierno de Israel está cambiando ante nuestros ojos a un ritmo muy rápido”, emitió en la conferencia anual de la Asociación de Abogados de Israel, a la que asistió también el presidente del Tribunal Supremo del territorio, Yitzhak Amit.

El contexto de las protestas, más allá de la destrucción de Gaza, pasa por el control de los políticos que Netanyahu interpuso en aras de elegir los jueces. Los hechos perpetrados por el primer ministro israelí generaron quejas que culminaron en la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien también arrastra una orden de detención internacional por crímenes de guerra.

Conflicto interno

El gobierno de Netanyahu ha hecho caso omiso a las resoluciones del Tribunal Supremo y de la fiscal general impidiéndole nombrar a un nuevo líder de la agencia de inteligencia y seguridad general interna del país: Shin Bet.

El Alto Tribunal declaró “ilegal” la destitución de su líder, Ronen Bar, a la vez que se refirió a un posible conflicto de intereses, dado que la agencia investiga a algunos e los asistentes más cercanos al primer ministro por aceptar pagos de Qatar.

Se trata de un hecho sin precedentes dado que se trata de la primera vez en la historia israelita que el Ejecutivo despide a su líder. La Fiscalía impidió a Netanyahu nombrar un nuevo líder, pero el presidente ignoró a la judicatura y anunció a David Zini como próximo director de la agencia.

“Ataque sin precedentes”

En las últimas horas, Israel ha intensificado los ataques sobre Palestina asesinando al menos a 30 personas, la mayoría de ellos niños, después de bombardear una escuela en el barrio de Al Daraj. Después de esto, el Ejército ha ordenado evacuar prácticamente todo el sur de Gaza ante el inminente “ataque sin precedentes” contra “objetivos terroristas” de las milicias palestinas.

Acto seguido, el Ejército israelí ordenaba evacuar otras localidades palestinas, pero no incluye los hospitales Al Amal y Nasser. Además del ataque a la escuela, fuentes palestinas denunciaban otro bombardeo de Israel en el interior de una guardería en el campo de refugiados de Maghazi, en el centro de la Franja, que dejaba al menos un muerto y un número indeterminado de heridos.

Israel volvía a justificar un bombardeo contra un objetivo civil afirmando que servía de base a milicianos de Hamás y la Yihad Islámica, tal y como lleva haciendo desde que el país de Netanyahu redobló los ataques a partir del pasado 7 de octubre de 2023.

Israel también ponía fin a la vida de otras 15 personas en el bombardeo de una vivienda en el este de Yabalia, en el norte de la Gaza. La misma fuente que confirmó esto comunicaba que entre el domingo y el lunes se habían llevado a cabo 200 ataques contra supuestos “objetivos” de las milicias palestinas.

Las últimas cifras, actualizadas por el Ministerio de Sanidad de la zona, eleva el número de muertes a 53.939 y de heridos a 122.797, incluyendo casi 3.800 fallecidos desde la ruptura del alto al fuego pactado en enero y que Israel rompió el 18 de marzo.

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