Donald Trump, desde el ámbito judicial, asume un nuevo revés. El juez federal Steven D. Merryday ha tumbado este viernes la demanda presentada por el presidente de Estados Unidos en Tampa, en el Estado de Florida, contra el prestigioso periódico The New York Times. Una denuncia en la que sus abogados hablaban este martes, cuando fue presentada, de difamación y requerían un montante de 15.000 millones de euros. 

Por su parte, ante el fallo conocido este viernes, el magistrado comprende la demanda como “decisivamente impropia”. En su escrito, alega: “Un ciudadano estadounidense prominente (quizás el más prominente) alega difamación por parte de un destacado editor del periódico estadounidense (quizás el más destacado) y de varias otras personas físicas y jurídicas. Alegando sólo dos cargos simples de difamación, la demanda ocupa ochenta y cinco páginas”, ha referido.

Ante esta resolución, el juez federal, en aras de continuar con el proceso judicial, ha reclamado a la defensa de Trump reformular su demanda si desean que se admita a trámite.

A modo de réplica, los abogados del presidente han contestado a golpe de comunicado: “El presidente Trump seguirá responsabilizando al -negocio de- las noticias falsas mediante esta poderosa demanda contra The New York Times, sus periodistas y -la editora- Penguin Random House, de acuerdo con las instrucciones del juez”.

La cruzada de Trump contra The New York Times

Cabe recordar que este caso se originó en el marco de una campaña de ataques contra la libertad de prensa en el gigante norteamericano y cuando Trump defendió que “uno de los peores y más degenerados periódicos de la historia” era el mencionado rotativo, al que acusó de ser “un portavoz del Partido Demócrata de la Izquierda Radical” y de haber “utilizado un método para mentir sobre su presidente favorito”, en referencia a él mismo y a su entorno, tanto de su familia, gobierno y movimiento MAGA.

Sobre esta cuestión hace alusión a la campaña electoral de 2024 y cuando los medios estadounidenses dieron su respectiva cobertura. En voz de sus abogados, estos textos, de carácter “malicioso”, fueron publicados para “dañar la reputación personal, política y empresarial de Trump”.

Sin quedarse únicamente con The New York Times, el mandatario también demanda a la editorial de los libros de dos periodistas del periódico: Susanne Craig y Russ Buettner por Lucky Loser, además de a los reporteros de la revista Times Peter Baker y Michael S. Schmidt, corresponsales en Washington.

Situado en el contexto actual, lo cierto es que esta cruzada judicial de Trump contra la prensa acontece en un momento de tensión por el reciente veto al presentador de televisión Jimmy Kimmel, a quien la cadena ABC apartó de manera indefinida tras un reciente comentario sobre el asesinato del comentarista conservador Charlie Kirk. El propio presidente se postuló en clave negativa contra el rostro televisivo, abriendo así el debate sobre los márgenes de la libertad de expresión en los tiempos que corren.

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