Un juez federal ha bloqueado este jueves la orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que busca desmantelar el Departamento de Educación y ha ordenado que los trabajadores despedidos el pasado mes de marzo se reincorporen a sus respectivos puestos.

El juez del distrito de Massachusetts, Myong Joun, ha rechazado el argumento principal de la administración de Trump para disolver el departamento y recortar hasta el 50% de la plantilla de la “eficiencia”, según Politico. Joun ha defendido que estas medidas forman parte del intento del jefe del estado norteamericano de eliminar el departamento de Educación de forma ilegal: “El registro revela abundantemente que las intenciones reales del acusado son desmantelar el Departamento sin un estatuto de autorización”.

La orden del juez no solo bloquea temporalmente los despidos del Departamento, sino que también obliga la reincorporación de empleados que fueron despedidos desde el inicio del mandato de Trump y prohíbe trasladar sus funciones a otras agencias federales. Este dictamen seguirá en pie hasta que se concluya el litigio con respecto a la acusación de despido ilegal de trabajadores.   

Esta se basa en una demanda colectiva presentada por los distritos escolares de Somerville y Easthampton, en Massachusetts, y la Federación Estadounidense de Maestros, junto a otras asociaciones educativas.

Trump firmó un decreto a finales de marzo para desmantelar el citado Departamento, una medida que busca devolver las competencias educativas a los estados federales en el marco de su promesa de campaña de reducir la estructura del Estado. La orden ejecutiva afirma que “cerrar el Departamento de Educación proveerá a los niños y a sus familiares la oportunidad de escapar de un sistema que les está fallando”.

“Hoy, los resultados de lectura y de matemáticas de estadounidenses están cerca de mínimos históricos. La Evaluación Nacional de Progreso Educativo de este año ha mostrado que el 70% de estudiantes de segundo de la ESO (8th graders en inglés) están por debajo de competente en la lectura”, ha señalado la Casa Blanca, atribuyendo estos niveles a la “burocracia educativa”. “Cerrar el Departamento de Educación mejorará drásticamente la implementación de programas en educación superior”, concluye la orden ejecutiva.

La secretaria de Educación, Linda McMahon, anunció en marzo que los recortes afectarían a cerca del 50 por ciento de la plantilla. "La reducción de personal refleja el compromiso con la eficiencia, la rendición de cuentas y la garantía de que los recursos se dirijan a donde más importan: estudiantes, padres y maestros", indicó.

 La financiación de investigación científica en mínimos

Inmerso en las críticas por la deportación de inmigrantes sin documentación y los anuncios de acuerdos durante el viaje de Trump a Catar y Arabia Saudí la semana pasada, se está llevando a cabo una operación paralela en el funcionamiento del gobierno federal estadounidense. Entre los departamentos sobre los que la administración de Trump ha puesto la diana con la premisa de la “eficiencia” está la Fundación de Ciencias Naturales, financiadora de la mayoría de las investigaciones científicas de las universidades estadounidenses.

Economistas han advertido, según el New York Times, que estos recortes pueden afectar la economía estadounidense a largo plazo porque posicionaría a Estados Unidos por detrás de China en la investigación y desarrollo. La intención de Trump es eliminar 5.000 millones de dólares del presupuesto preexistente de 9.000 millones de dólares, dirigido a los gastos en el clima, energía limpia y ciencias “woke”, de conducta o económicas.  

El asesor científico del presidente estadounidense, Michael Kratsios, ha comentado que “gastar más dinero en las cosas equivocadas es mucho peor que gastar menos dinero en las cosas correctas”. Además, ha defendido que los recortes son una oportunidad para “nuevos métodos” de la investigación y ha cargado contra la comunidad científica universitaria estadounidense por primar “conseguir puntos políticos” al promocionar programas de igualdad e inclusión en vez de mantener el liderazgo científico del país.  

La Casa Blanca también ha recortado los presupuestos de los dos medios públicos estadounidenses, la Radio Nacional Pública (NPR) y el Servicio de Transmisión Pública (PBS), porque, según la orden ejecutiva emitida a principios de este mes, “la financiación gubernamental de los medios en este ambiente no es solo [una práctica] anticuada e innecesaria, sino que corrosiva para la apariencia de independencia periodística”.

Otros recortes incluyen la financiación de universidades por oponerse a las exigencias de la administración de Trump, la financiación de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y la reducción generalizada en los presupuestos de las agencias federales. Al mismo tiempo, se creó el Departamento de Eficacia Gubernamental (DOGE), con Elon Musk al frente, con el objetivo de reducir el gasto administrativo drásticamente para así mejorar la “eficacia” del gobierno.  

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio