Israel continúa desarrollando sus ataques masivos y, lejos de poner freno al genocidio con el que busca exterminar a la población palestina, ha ampliado su rango de actuación. Justificar los crímenes de guerra es cada vez más complicado para los aliados internacionales del régimen de Benjamín Netanyahu, cuyas últimas actuaciones han propiciado que Egipto congele su rol de mediador del 'conflicto'. La reacción egipcia llega después de que Israel, que no ha reivindicado la actuación, haya perpetrado un atentado en Beirut (Líbano) para acabar con el número dos de Hamás.

Saleh al Arouri, uno de los líderes de Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), ha sido asesinado por un dron. La explosión ha dejado al menos seis fallecidos más, varios heridos y graves destrozos en la capital de un país que no se encuentra en guerra con Israel. “El asesinato de Al Aruri es la evidencia de que el ocupante israelí es un Estado criminal y está trabajando para escalar el conflicto en todas las fronteras”, ha denunciado Husein Hamayel, líder de la Autoridad Palestina.

La Historia no olvidará la cruel matanza de un pueblo indefenso

El proceder israelí es de sobra conocido por los países de su entorno, que periódicamente sufren los bombardeos. Esta incursión en el Líbano se suma a los bombardeos contra Damasco (Siria) con los que Netanyahu cerró el año, tensionando aún más la situación. Por el momento, Hezbolá ya ha anunciado que habrá respuesta al ataque, aunque el ministro de Exteriores libanés ha pedido a la organización que no actúe. "No quedará sin respuesta ni castigo", aseguran en el comunicado emitido tras el ataque.

"El enemigo criminal, que después de 90 días de crímenes, matanzas y destrucción no ha podido subyugar a Gaza (...) ni el resto de las orgullosas ciudades, campos y aldeas, está recurriendo a una política de asesinato y liquidación física de todos los que trabajaron, planificaron, llevaron a cabo o apoyaron la heroica operación Inundación de Al Aqsa", ha añadido la organización libanesa.

La ocupación israelí es un criminal que mata por inanición

Irán también se ha sumado a las condenas contra la acción de Israel. “El régimen sionista no ha logrado ninguno de sus objetivos tras semanas de crímenes de guerra, genocidio y destrucción en Gaza y Cisjordania, con apoyo directo de la Casa Blanca", ha denunciado Hosein Amirabdolahian, ministro de Exteriores. "La actividad maligna de la maquinaria de terror de este régimen en otros países es una verdadera amenaza para la paz y la seguridad y supone una grave alarma para la seguridad de todos los países de la región", ha añadido.

Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, se ha sumado a las críticas y ha señalado a occidente. "Estados Unidos y sus aliados, como principales responsables de los crímenes en la región, deben tener en cuenta que la Historia no olvidará la cruel matanza de un pueblo indefenso, incluidos niños, ancianos y jóvenes, y de valientes combatientes", ha denunciado Velayati, quien ha recalcado que "los grupos de resistencia y los pueblos que buscan la libertad darán una respuesta apropiada a estos criminales".

El hambre como arma de guerra

Los bombardeos masivos sobre hospitales, escuelas y edificios civiles, la espoliación de las tierras, la destrucción de los pozos de agua o los encarcelamientos extrajudiciales no son las únicas armas utilizadas por Israel para completar el exterminio de la población palestina. El hambre es ahora uno de los principales caballos de batalla del Gobierno sionista. Así lo ha denunciado el líder de la Autoridad Palestina, que denuncia el impedimento de acceso de ayuda humanitaria y alimentos de alimentos de primera necesidad a la Franja de Gaza por el bloqueo israelí.

"Escenas impactantes", en las que "bebés se han quedado sin leche, después de que muchas de sus madres hayan sido asesinadas" y en las que "niños hacen largas filas para ganarse la vida sin obtener su turno" son ya habituales y la opinión internacional parece haberse acostumbrado a verlas día sí y día también. "Son ya 89 días de hambre con el fin de matar (...) la gente ha perdido sus fuerzas y no puede ya sostener sus cuerpos demacrados", ha denunciado este miércoles Shtayé.

"La hambruna en Gaza ha sido causada para impedir la entrega de alimentos. La ocupación israelí es un criminal que mata por inanición, que impide la entrega la llegada de alimentos. El mundo debe lanzar alimentos con paracaídas y presionar a Israel para abra los cruces para traer alimentos", ha reclamado.

A nivel internacional, tan solo Sudáfrica ha levantado realmente la voz contra el genocidio, presentando ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra los crímenes cometidos por Israel contra el pueblo palestino. "¿No hay más gente en el mundo que Sudáfrica para presentar casos contra Israel en la Corte Internacional? Estos crímenes no deben quedar impunes e Israel debe pagar el precio de los crímenes contra nuestro pueblo", ha lamentado Shtayé.