El partido-milicia chií libanés Hezbolá ha comunicado que, desde el inicio de la ofensiva militar terrestre por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) hace una semana en el sur de Líbano, al menos 25 soldados israelíes han perdido la vida y cerca de 130 han resultado heridos. Un oficial de Hezbolá ha proporcionado estos datos a la cadena de televisión Al Manar, vinculada al grupo, indicando que estas cifras han sido "reconocidas" por las propias Fuerzas Armadas de Israel. Además, ha sugerido que "los próximos días revelarán lo que éstas han ocultado a su audiencia".
Las FDI confirmaron la muerte de al menos ocho de sus militares durante los enfrentamientos en el territorio libanés. Por otro lado, el Ejército israelí ha reportado más de 250 supuestos combatientes de Hezbolá fallecidos desde el comienzo de la invasión de Líbano, que se desencadenó tras dos semanas de intensos bombardeos sobre el país árabe y después de más de once meses de combates con Hezbolá.
El Ministerio de Salud de Líbano ha reportado más de 2.000 muertos y aproximadamente 9.600 heridos a causa de los ataques israelíes durante el último año. Este aumento de la violencia se inscribe en un contexto de enfrentamientos que se prolongan desde hace casi un año, tras el ataque de Hezbolá a territorio israelí, ocurrido un día después de los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas. Estos eventos llevaron a Israel a lanzar una ofensiva severa contra la Franja de Gaza.
La situación en la región permanece extremadamente tensa, con un intercambio continuo de hostilidades que afecta gravemente a las poblaciones civiles involucradas. Las declaraciones de Hezbolá y los informes del Ejército israelí reflejan la escalada de un conflicto que no muestra signos de disminución en el corto plazo.
