La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha expulsado este viernes al republicano George Santos, al estar acusado de fraude y de falseamiento de información sobre su pasado. 

Santos, congresista electo por Nueva York, está acusado en un informe de la Comisión de Ética de la propia Cámara Baja del Congreso de EEUU de utilizar fondos del dinero de la campaña para comprar artículos de lujo como botox, suscribirse a varios perfiles de la página de contenido sexual OnlyFans y de robar dinero destinado a obras de caridad. El representante ha rechazado todas las acusaciones.

Así, Santos ha sido expulsado con 311 votos a favor y 114 en contra, y se ha convertido en el sexto representante en ser expulsado en toda la historia de la Cámara, y el primero desde la Guerra Civil en abandonar el cargo sin una condena en firme.

 

El siguiente paso a proceder correrá a cargo del secretario de la Cámara, quien será el encargado de informar a la gobernadora neoyorquina, Kathy Hochul, de la apertura de una plaza vacante en el distrito con motivo de la salida de Santos. El motivo de esta comunicación es que, debido a este cese, Hochul deberá convocar elecciones especiales para decidir su sucesor. 

Por su parte, Santos mostró su preocupación de que su caso pueda sentar un nuevo precedente. "Esto les perseguirá en el futuro, donde las meras alegaciones son suficientes para que los miembros sean destituidos de sus cargos cuando han sido debidamente elegidos por su pueblo en sus respectivos estados y distritos", argumentó en una rueda de prensa. Más tarde, en la propia Cámara, prosiguió: "Si mañana cuando esta votación llegue al hemiciclo, está en la conciencia de todos mis colegas que creen que esto es lo correcto, entonces que se vote. Estoy en paz. He aceptado que tanto si me expulsan como si no, no puedo controlar ese destino".

Imputado por 23 delitos

En concreto, el republicano está imputado por 23 delitos, entre los que se encuentran casos de fraude, lavado de activos, robo de fondos públicos para fines personales y mentiras en su currículum y en su vida personal. 

Entre sus principales gastos, se encontraban compras en tiendas como Hermès, Ferragamo o Sephora, una suscripción en OnlyFans y viajes a diferentes destinos, así como pagos y desvíos de fondos recurrentes a sus tarjetas de crédito personales. En total, 200.000 euros de sus fondos de campaña que están señalados por el Comité de Ética de la Cámara de Representantes.

En cuanto a sus mentiras y faltas éticas, destacar que pasó meses diciendo que sus abuelos habían huido del Holocausto, y que era judío, así como que su madre había sobrevivido al atentado de las Torres Gemelas del World Trade Center. 

Ambas cosas se demostraron como falsas, del mismo modo que un apartado de su currículum, en el que aseguró haber trabajado en Wall Street o haber estudiado en la New York University (NYU). Por otro lado, también tenía un proceso judicial abierto por fraude en Brasil, donde había vivido y de donde huyó sin rendir cuentas.

Estos hechos ya provocaron dos votaciones similares a las de hoy, pero sobrevivió a ambas. En la tercera ocasión no ha corrido la misma suerte.

Destacar que a pesar del avergonzante contexto, el republicano se negó a dimitir, alegando que lo que hay por ahora sobre la mesa son únicamente acusaciones. "Si me voy, ellos ganan. Si me voy, ganan los matones. Esto es acoso”, expresó ante los medios de comunicación. Por su parte, el informe de la Comisión de Ética de hace dos semanas concluyó que su conducta merecía una condena pública, que el congresista está por debajo de la dignidad del cargo y ha desprestigiado gravemente a la Cámara.

El citado escrito constató la existencia de "pruebas sustanciales" de que el legislador cometió a sabiendas la serie de violaciones éticas y posibles delitos que se han explicado a lo largo de este artículo. El ya expulsado había anunciado que no se presentaría en noviembre de 2024 a la reelección. Él mismo era consciente de que estaba cerca de ser cesado: "Sé que me van a expulsar cuando esta resolución de expulsión llegue al pleno. He hecho las cuentas una y otra vez, y la situación no pinta muy bien”, argumentó el pasado viernes. De los 210 demócratas, 206 han votado por su expulsión, 2 en contra y 2 se han abstenido. En su propio partido, el republicano, 105 han votado echarle de la Cámara y 112 han protagonizado los únicos votos en contra de su expulsión.