Las autoridades sanitarias de Estados Unidos han incluido este lunes a España entre los destinos a los que desaconsejan viajar a sus ciudadanos por el alto grado de contagio de coronavirus, y entre los que se encuentran Gibraltar, San Marino, Mónaco, el Líbano, Finlandia, el Chad y Bonaire. 

La mayor parte de Europa e, incluso, los propios Estados Unidos, están por encima de los 500 casos sobre 100.000 habitantes, que marca el alto nivel de peligrosidad de contagio. El anuncio de las autoridades médicas estadounidenses llega después de que el principal asesor de la administración Biden sobre la pandemia, Anthony Fauci, advirtiera del peligro de la rápida propagación de la variante ómicron. "No importa como lo mires", indicó, "cuando tienes tantas, tantas infecciones, incluso si parece menos grave (que la variante delta)", los hospitales estarán "bajo mucha presión en las próximas semanas".

Nivel cuarto de peligrosidad

"Si debe viajar a España, asegúrese de estar completamente vacunado antes de viajar. Debido a la situación actual en España, incluso los viajeros completamente vacunados pueden correr el riesgo de contraer y propagar variantes de covid-19", han advertido las autoridades sanitarias de Estados Unidos, que han recomendado el uso de mascarillas y distanciamiento entre personas.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han incluido a España en el nivel cuatro de peligrosidad al considerar que existe un un riesgo alto de covid-19, junto a otros territorios europeos, como Gibraltar, Finlandia, Mónaco o San Marino. Los CDC ya habían recomendado no viajar a más de una treintena de países, entre los que se encuentran las naciones vecinas Francia, Portugal y Andorra, así como Alemania, Reino Unido, Italia, Rusia o Dinamarca, entre otros.

Primera muerte por ómicron en EE.UU.

El condado de Harris, en Texas, informó el lunes de su primera muerte relacionada con la variante ómicron, un hombre que no estaba vacunado, según explicó el departamento de salud. Esta nueva variante del coronavirus representa ya el 73% de los casos registrados durante la semana pasada en Estados Unidos y se convierte en la cepa dominante del país, seguida del 27% de casos de la delta.