En el aniversario de los atentados del 7 de octubre de 2023, el gobierno de España ha hecho un llamamiento urgente para la liberación de los rehenes que aún permanecen secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). Además, ha solicitado un alto el fuego que facilite el acceso de ayuda humanitaria a la región de Gaza. En un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, España ha reafirmado su condena a los "atroces atentados terroristas" y ha transmitido su solidaridad a los familiares y amigos de las víctimas, con especial recuerdo a Maya Villalobo e Iván Illaramendi, los dos ciudadanos españoles que perdieron la vida en dichos ataques.
En el texto, el gobierno español ha expresado su apoyo continuo a los familiares de los rehenes, exigiendo su "inmediata liberación". La necesidad de un alto el fuego se presenta como imperativa para permitir la asistencia a los civiles afectados y para poner fin a la violencia que aún azota la región.
Compromiso español en la lucha contra el antisemitismo y la búsqueda de la paz
El comunicado también ha destacado el compromiso del gobierno español en la lucha contra el antisemitismo y toda forma de odio y discriminación. Se ha reiterado la voluntad de "seguir trabajando por la paz en Oriente Próximo" y de promover la solución de dos Estados que coexistan en paz y seguridad, considerada como la mejor garantía de estabilidad para todos en la región.
El Gobierno de España recuerda y reitera su más tajante condena a los atroces atentados terroristas de Hamas del 7 de octubre de 2023 y traslada su solidaridad a los familiares y allegados de las víctimas.
— Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación (@MAECgob) October 7, 2024
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Los ataques de Hamás, ocurridos hace un año, resultaron en la pérdida de 1.200 vidas y ha dejado 240 personas secuestradas. Desde entonces, la violencia ha escalado significativamente, en un año de bombardeos del Ejército de Israel que deja ya un saldo de aproximadamente 41.870 personas fallecidas en Gaza, a las que se suman más de 750 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este, víctimas de acciones del Ejército o de colonos israelíes.