El canal de televisión francés M6 ha destapado un escándalo que implica directamente a varios ministros del Gobierno galo en una fiesta clandestina en la que no se respetaban las medidas de seguridad frente al coronavirus.

El citado medio difundió unas imágenes que indignaron a Francia. Los periodistas se colaron en una fiesta simulando ser invitados. En el evento, según relatan, se servía caviar, champán, menús de los mejores chefs y era “obligado” quitarse las mascarillas. 

Uno de los organizadores, además, admitió que en esas citas habrían participado algunos miembros del Ejecutivo, aunque no ha revelado sus identidades. En consecuencia, las redes sociales se movilizaron durante el fin de semana con el hashtag #OnVeutLesNoms (#QueremosLosNombres).

En este sentido, la Policía ha informado de que se ha abierto una investigación.  

“He solicitado al prefecto de Policía de París que compruebe la veracidad de los hechos para que, si son ciertos, persiga a los organizadores y a los participantes de esas cenas clandestinas”, ha señalado en Twitter el ministro del Interior, Gérald Darmanin.

Por su parte, la ministra delegada de la Ciudadanía, Marlène Schiappa, ha añadido que si se comprueba que algún integrante del Ejecutivo ha formado parte de esos encuentros no tendrá privilegio alguno.

“Si ministros o diputados se han saltado las reglas, es necesario que haya multas y que sean sancionados igual que cualquier otro ciudadano”, ha recalcado en la emisora Europe 1.

Sus palabras han ido en la misma línea que las del ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que aunque ha asegurado estar convencido de que sus colegas no han ido a esas veladas, ha instado a que el organizador proporcione los nombres.