Irlanda es considerado uno de los países de la Unión Europea que más ha exigido la independencia y el reconocimiento de Palestina públicamente. Desde su grupo de rap llamado Kneecap, que ha sido investigado por las autoridades británicas tras su concierto en el festival de Glastonbury, hasta su reconocimiento histórico de ser uno de los países de la Unión que más ha apoyado a Palestina, Irlanda ha sido un aliado en muchos aspectos del país al verse reflejada en ella.

Irlanda fue colonizada por Gran Bretaña durante siglos, pasando por una hambruna evitable pero impuesta por la corona británica y viendo su cultura, religión e idioma quebrantados por el poder colonizador. Tras conseguir la independencia, una facción del gobierno irlandés cedió territorio del norte del país al gobierno británico para acabar con el conflicto, pero esto eventualmente desencadenó una guerra en esa región por la persecución religiosa que sufrían los irlandeses católicos bajo el mando británico. Por ello, los irlandeses ven diferentes partes de su historia reflejadas en la Palestina actual, y se ha convertido en uno de los pioneros del reconocimiento del Estado de Palestina en órganos internacionales.

En un acto simbólico, España, junto con Noruega e Irlanda, dieron el paso para reconocer oficialmente el Estado de Palestina en mayo de 2024 con la intención de fomentar medidas desde la Unión Europea e impulsar su legitimidad ante los miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que aún no habían reconocido su estatus. Estos tres países, con la adhesión posterior de Eslovenia, se han unido para promover una defensa de los derechos humanos de la población palestina, consiguiendo, junto con otros países, que la Unión Europea revise sus Acuerdos de Asociación con Israel. Sin embargo, y a pesar de existir “indicios” de que se violan una de las cláusulas, no parece haber señales de cambios en sus políticas.

147 de 193 miembros de la ONU reconocen el Estado de Palestina, pero la Unión Europea supone una excepción por complicaciones diplomáticas y razones históricas. Cinco países de Oriente Próximo -Egipto, Arabia Saudí, Turquía, Jordania y Catar- publicaron comunicados este jueves para exigir el establecimiento de un Estado Palestino y condenaron las actuaciones del gobierno israelí y la relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, ha hecho un llamamiento este miércoles para finalizar los lazos comerciales, militares y financiera con Israel para finalizar con “la economía del genocidio”.    

El pasado de Irlanda está reflejado en el presente

Irlanda ve las heridas de su pasado en la población palestina de la actualidad, creando así un vínculo con su propia ocupación británica y los conflictos subsecuentes con la ocupación ilegal de Cisjordania. Por ello, fue el primer país en apoyar la adhesión de Palestina a la Asamblea General de la ONU.

En la historia más reciente, el conflicto armado entre las fuerzas militares británicas y el brazo provisional del Ejército Republicano Irlandés (IRA) del Norte de Irlanda llamado The Troubles hace menos de 30 años también provee un vínculo de solidaridad con la población palestina. The Troubles empezó y terminó entre los márgenes de la religión, donde la población católica de la región sufría persecución religiosa por parte de la población protestante que, en su mayoría, era británica, de forma sistemática. Dado los lazos históricos del país tras siglos de represión bajo una ocupación británica, los irlandeses ven el reflejo de su historia y del sufrimiento de su pasado en el rostro de los palestinos.

Actualmente, el norte de Irlanda sigue siendo una parte del territorio británico, un punto de fricción que sigue alentando conflictos en la actualidad. Zonas de la ciudad de Belfast están marcadas por banderas británicas o irlandesas, mientras que los muros que separaban los barrios de la ciudad no se han derrumbado; estos rasgos físicos del pasado son una manifestación de la división que se sigue sintiendo. Los irlandeses perciben, generalmente, que la reinvindicacion de la cultura y la identidad nacional heredada de un pasado tanto reciente como lejano, es aquella misma que sienten los palestinos. 

Esta pasado, en parte, explica por qué políticos irlandeses, que formaron parte del IRA, tienen vínculos con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y con Hezbolá. El IRA surgió como una forma de contraatacar la militancia británica que oprimía sus derechos de acceso a vivienda, que les perseguía por su religión y que disparaba contra grupos de civiles desarmados -Bloody Sunday-, entre muchas otras cosas. Por ello, algunos de sus antiguos miembros, que siguen formando parte de la vida política irlandesa actual, apoyan a estas organizaciones que la Unión Europea clasifica como terroristas; consideran que comparten una misma misión de independencia.

A esto se le añaden los episodios durante The Troubles, donde miembros del IRA viajaron a territorio palestino para entrenar. Además, el régimen palestino de Muammar Gaddafi en los años 70 proveía financiación y asistencia logística y militar a la organización. Aún así, a pesar de este vínculo directo con el pasado,  Irlanda ha cambiado drásticamente en las últimas décadas, por lo que lo que une ambas poblaciones es un profundo sentimiento de solidaridad.

El surgimiento de Kneecap

Uno de los grupos irlandeses que han irrumpido en el escenario internacional por su música política y reinvindicativa, además de su apoyo abierto a Palestina -utiliza el lema “libera a Palestina” en sus canciones-, es Kneecap. Durante su concierto en el festival de Coachella este año, el miembro del trío llamado Mo Chara (lo que se traduce como “mi amigo” en irlandés) denunció la situación en Palestina: “Los palestinos no tienen a donde ir. Es su puta casa y les están bombardeando desde los cielos. Si no lo estás llamando un genocidio, ¿qué coño lo estás llamando entonces?”.  

Además de su propia naturaleza de denuncia social, Kneecap ha sido fuente de críticas por decir “arriba Hamás, arriba Hezbolá”, aunque estos se disculparon por sus afirmaciones, señalando que “no y nunca han apoyado a Hamás o a Hezbolá”.  Sin embargo, el gobierno británico ha acusado a Mo Chara por una ofensa de terrorismo por, supuestamente, ondear una bandera de Hezbolá. A pesar de estas alegaciones y la polémica que rodea el grupo, tienen éxito entre la población irlandesa, y ahora en el escenario internacional, por su protesta por las actuaciones israelíes, su apoyo a palestina y su defensa del irlandés como idioma -bajo el mandato británico, se intentó erradicar-. 

Las raíces del grupo explican la naturaleza de la letra de sus canciones y sus personajes públicos. Dos de los miembros son del oeste de Belfast mientras que el tercero es de Derry, lugares que fueron epicentros del conflicto de The Troubles. Por ello, el ataque a Gran Bretaña y la oposición al colonialismo no solo forma parte de su historia, sino también de su música. En una entrevista con el grupo en The Guardian, Mo Chara señaló que tras “800 años de colonialismo, es obvio que los irlandeses ya no están dispuestos a quedarse al margen. Los irlandeses no están dispuestos a permitir que un genocidio suceda sin comentar sobre ello”.

Murales en solidaridad de la causa palestina

Además de ser uno de los mayores defensores públicos de la causa palestina, el muro icónico de Belfast, llamado el Muro Internacional, ahora incorpora murales en defensa de Palestina entre el arte que recorre la historia del conflicto del norte del país. Localizado en el oeste de la ciudad, el Muro Internacional es considerado la puerta de entrada a esa zona de la ciudad y ha sido el escenario de conflictos violentos en The Troubles. Por ello, tiene arte que denuncia los sucesos del conflicto, defiende el nacionalismo irlandés y conmemora miembros del IRA.

Ahora, este muro incorpora arte de un artista palestino en defensa de Palestina. Algunos vinculan Irlanda con Palestina directamente, en un puño con las banderas de ambos países o la exigencia de que haya un alto al fuego. Otros, hacen alusión a similitudes históricas como las huelgas de hambre. En uno, el mural muestra una caricatura de la mano de Bobby Sands -el líder de las huelgas de hambre del IRA en prisión que defendía que los miembros se tratasen como prisioneros políticos-, que rechaza comida británica con la contraposición de la mano de Khader Adnan -aliado de la Yihad Islámica Palestina que murió de hambre en una huelga de hambre que defendía el establecimiento de un Estado palestino- que rechaza comida israelí.

El primer ministro irlandés el año pasado, Leo Varadkar (actualmente es Micheál Martin), al ser preguntado sobre la empatía irlandesa por la población palestina, señaló que: “Vemos nuestra historia en sus ojos, una historia de desplazamiento, de desposesión y del cuestionamiento y negación de identidad nacional”. “Emigración forzosa, discriminación, y ahora, hambruna, añadió.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio