Apenas lleva un mes en el cargo y la sombra de la corrupción ya planea sobre Jair Bolsonaro. No obstante, estas acusaciones no llegan hacia su figura directamente, sino a la de su hijo Flavio. Mientras el flamante presidente brasileño acude al Foro Económico Mundial de Davos en Suiza junto a su guardia pretoriana, las sospechas se ciernen sobre su familia.

Llegó a la presidencia tras derrocar a una izquierda en la que la corrupción estaba a la orden del día, donde Lula da Silva estableció relaciones de dudosa moralidad con los grandes empresarios del país. Una de las promesas de Bolsonaro era la lucha contra la corrupción – encabezada por su ministro de Justicia que envió a prisión al expresidente – y la guerra declarada a la violencia callejera.

Estas dos promesas hicieron al ultraderechista ganar en las elecciones para convertirse en presidente del Gobierno de Brasil. Sin embargo, su hijo, elegido como senador, está en el punto de mira de la actualidad en el país sudamericano envuelto en la sombra de la corrupción a la que su padre prometió plantar cara.

Según desvelan las últimas informaciones de TV Globo, Flavio Bolsonaro contaba con depósitos sospechosos en su cuenta bancaria. Una situación que está trayendo de cabeza al nuevo ejecutivo brasileño, sobre el que ya recelan los militares que en él se encuentran y los seguidores que depositaron su confianza al ultraderechista en las urnas.

Por el momento, la situación sigue sin esclarecerse mientras el presidente y su ministro de Justicia Moro viajan al foro económico. Por supuesto, el propio Bolsonaro tampoco ha disipado siquiera la duda que pesa sobre su hijo y que está resquebrajando los primeros meses de mandato del presidente de extrema derecha mientras sus electores esperan que sea consecuente con su lucha contra la corrupción pese a que la misma esté en su propia familia.