El Comité de Investigación de Rusia ha elevado a 152 el número de fallecidos en el ataque del viernes contra la sala de conciertos Crocus City Hall en el noroeste de Moscú. La agencia investigadora, en un comunicado publicado en su cuenta de Telegram, ha achacado los fallecimientos a las heridas de bala provocadas por los responsables del ataque y a la asfixia por el incendio de la sala durante el atentado.
Cabe recordar que los terroristas accedieron al edificio vestidos de camuflaje y armados con metralletas y realizaron numerosas ráfagas de disparos contra civiles sobre las 19.15 horas (hora local). Como consecuencia del ataque, además, se originó un incendio para cuya extinción los helicópteros tuvieron que arrojar más de 160 toneladas de agua.
Extintas las llamas, ahora las fuerzas de seguridad se centran en "la inspección del recinto y la incautación de pruebas materiales" y el estudio de las grabaciones de las cámaras de circuito cerrado de televisión que captaron el tiroteo.
Paralelamente, el Servicio de Seguridad Federal de Rusia, el FSB, ha anunciado este sábado la detención de once personas presuntamente vinculadas al atentado, entre ellas los cuatro supuestos responsables directos del ataque.
Estado Islámico reivindica el atentado
Según ha informado SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas, Estado Islámico ha reivindicado a través de lun comunicado difundido por sus servicios propaganda, la autoría del ataque.
Ya a principios de marzo, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia anunció que sus fuerzas habían frustrado un atentado planeado por una presunta célula del grupo terrorista Estado Islámico contra una sinagoga en Moscú.
Del mismo modo, hace apenas dos semanas después de que la Embajada estadounidense en Moscú advirtió de un riesgo "inminente" de ataque terrorista contra grandes concentraciones de personas en la capital rusa, y recomendó a sus ciudadanos evitar aglomeraciones.
De hecho, desde Washington se ha pronunciado el portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, quien ha trasladado su apoyo a las familias de las víctimas. Además, y después de que Moscú haya tratado de vincular a los terroristos con Ucrania, precisando que tenían conexiones allí, ha subrayado que "no hay indicios" de que el país haya podido estar involucrada en el tiroteo.
Como respuesta, la portavoz de la diplomacia rusa ha recalcado que si las autoridades de Estados Unidos cuentan con información sobre el suceso, deberían compartirla inmediatamente con el Kremlin, y ha reprochado a Washington centrarse en defender la inocencia de otro país teniendo en cuenta la elevada cifra de muertos.
Tras el ataque de este viernes, las autoridades rusas sí han cancelado todos los eventos multitudinarios y han reforzado la seguridad en los principales aeropuertos del país
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