El Ejército de Israel ha confirmado este lunes que los siete primeros rehenes liberados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en el marco del acuerdo alcanzado la semana pasada entre las partes han llegado a territorio israelí tras su traslado por parte del Ejército, previa entrega por parte del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR).

Estos siete rehenes, a los que se espera que se sumen posteriormente otros trece, han sido identificados como Matan Angrest, los hermanos Gali y Ziv Berman, Alon Ohel, Eitan Mor, Omri Miran y Guy Gilboa-Dalal.

Los familiares han sido debidamente notificados por el Gobierno israelí, que ha dicho estar "comprometido con el regreso de todos los rehenes que continúan en manos del enemigo para completar esta misión con determinación", tal y como ha indicado la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, en un comunicado.

Todos ellos han sido escoltados fuera del enclave palestino por las fuerzas israelíes y trasladados a instalaciones militares situadas en Reim, donde están siendo sometidos a un primer examen médico antes de reunirse con sus respectivas familias.

Otros trece serán liberados poco después en el marco del acuerdo alcanzado --que incluye la entrega de 20 rehenes vivos y los restos de otros 28--. En este sentido, el Ejército ha indicado que los equipos de Cruz Roja están ya trasladándose de nuevo al punto de encuentro para recoger al resto de rehenes.

El CICR ha dado así por iniciada una operación que tendrá varias fases. "A partir de hoy, equipos del CICR recibirán a los rehenes retenidos en Gaza y los entregarán a las autoridades israelíes", ha explicado previamente la organización en un comunicado en el que precisa que, paralelamente, otros equipos "trasladarán a presos palestinos retenidos en centros de detención israelíes a Gaza y Cisjordania". Además, también se encargarán de facilitar "la entrega de los restos de los fallecidos para que las familias puedan enterrar a sus seres queridos con dignidad".

La organización ha definido su papel como el de un "intermediario neutral y estrictamente humanitario". "Las partes en conflicto determinaron los términos del acuerdo de alto el fuego, incluyendo las personas que serán liberadas y el plazo", ha señalado, indicando que "no ha participado en las negociaciones".

"Estas operaciones son sumamente complejas y requieren una meticulosa planificación logística y de seguridad para minimizar el riesgo para la vida de las personas involucradas", ha apuntado. En este sentido, ha subrayado que "es responsabilidad de las partes del acuerdo garantizar que se lleven a cabo de forma segura y digna".

El CICR ha defendido así su labor aludiendo a "la liberación y el traslado de 148 rehenes y 1.931 detenidos desde octubre de 2023", lo que ha descrito como "un claro ejemplo de cómo la función del CICR como intermediario neutral puede salvar y cambiar vidas, siempre que las partes lleguen a un acuerdo". "Es crucial que todos los actores relevantes cumplan con sus compromisos para poner fin al dolor y el sufrimiento que sufren tantas personas", ha concluido.

De momento, un total de 1.966 presos palestinos han comenzado a subirse a varios autobuses para su posterior traslado y entrega como parte del acuerdo. Entre ellos se encuentran 250 presos condenados por delitos de terrorismo y que serán liberados de la prisión de Ofer, en Cisjordania, una vez Hamás entregue el resto de los rehenes.

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