Los conservadores se imponen en Finlandia al partido socialdemócrata de Sanna Marín quien, pese a su mejora, no consigue revalidad Gobierno. El otro apunte importante de la noche del pasado domingo es que la ultraderecha gana terreno en el país nórdico. Así las cosas, la formación de Marin cae hasta el tercer puesto con 43 escaños, seguida de la extrema derecha, con 46; cerca de la cual se queda el partido conservador Coalición Nacional, de Petteri Orpo, con 48.

Aunque el resultado que los socialdemócratas han cosechado en los presentes comicios es mejor que el de 2019, las posibilidades de mantener el cargo son prácticamente nulas habida cuenta de que el reparto de escaños favorece en este caso a las fuerzas de derechas. De esta manera, ambos grupos podrían sumar sus votos para desbancar a Marin de la presidencia aunque, eso sí, necesitarían del apoyo de al menos otro partido más. Así las cosas, los conservadores han mostrado su disposición a “pactar con todos los grupos parlamentarios” incluyendo la ultraderecha, sobre quien tiene una posición privilegiada en las negociaciones al haber logrado más votos. Cabe recordar que tanto Coalición Nacional -derecha- como el Partido de los Finlandeses -ultraderecha- formaron parte del Ejecutivo de coalición entre 2015 y 2017, pero el acuerdo terminó por estallar debido a las diferencias entre sus líderes.

Orpo salió en seguida a celebrar el resultado, que calificó “de gran victoria”, asumiendo que una hipotética coalición se postula para “recuperar Finlandia”. Por su parte, la líder socialdemócrata y actual responsable del país nórdico ha aprovechado para felicitar al Partido de la Coalición Nacional y al de los Finlandeses por los resultados. Asimismo, ha agradecido el apoyo del PSDF, que ha mejorado sus resultados tanto en porcentaje como en número de escaños. “La democracia ha hablado. El pueblo finlandés ha votado y la fiesta de la democracia siempre es algo maravilloso”, apeló cuando los resultados ya estaban prácticamente cerrados. “Tenemos razones para estar contentos”.

Efecto Marin

Con 37 años de edad, Marin llegaba a las elecciones con la intención de revalidad el cargo, teniendo además en consideración que mantiene unos niveles de popularidad sin precedentes en la última década del país nórdico, de manera que ha gobernado poco más de tres años después de que su antecesor, Antti Rinne, dimitiera para evitar la moción.

Pese al convulso tablero político finlandés, Marin ha estado 40 meses al frente de una coalición de cinco partidos, aunque sus opciones de mantener la gobernabilidad se redujeron cuando el Partido del Centro manifestó que no formaría un Ejecutivo de coalición que reuniera las cinco formaciones que hasta ahora habían mandado en el territorio, a saber los socialdemócratas, centristas, Liga Verde, Alianza de la Izquierda y el Partido Popular Sueco de Finlandia.

Resto de partidos

Bajo esta máxima como principal detonante de los comicios, paradójicamente todos los partidos salvo el SDP de la primera ministra han empeorado resultados. A partir de aquí, todo está aún por ver, pero los expertos del país consideran poco probable que Marin esté dispuesta a liderar la oposición hasta los próximos comicios.

La dirigente del Partido de los Finlandeses, Riikka Purra, ha destacado que su formación "se ha unido como los pingüinos en medio de la tormenta". "¡Habéis conseguido el mejor resultado de la historia para este partido!", ha subrayado durante un acto con simpatizantes.

En cuarta posición con 11,3 por ciento de votos se sitúa el Partido del Centro de Finlandia (PCF). Después están la Alianza de Izquierda (7,1 por ciento) y Los Verdes (7 por ciento). Por detrás quedan el liberal el Partido Cristiano Demócrata de Finlandia (PCDF, 4,3 por ciento), Partido Popular de Finlandia (PPF, 4,3 por ciento) y el liberal Movimiento Ahora (2,4 por ciento).

El PCF se haría con 23 puestos, Los Verdes con 13 y la Alianza de Izquierda se quedaría con 11 representantes, mientras que el PCDF lograría 9 asientos; el PPF, 5 y el Movimiento Ahora, 1, según la proyección recogida por la televisión pública finlandesa YLE.

Situación finlandesa

Estos comicios estaban marcados por la solicitud de ingreso en la OTAN. Finlandia, que comparte la mayor frontera con Rusia del bloque comunitario -unos 1.300 kilómetros-, ha sufrido un cambio radical en relación con su histórica neutralidad a raíz de la invasión rusa de Ucrania, lo que ha llevado a cerca del 80 por ciento de la población a apoyar la inclusión del país en la Alianza Atlántica. Sin embargo, la campaña se ha centrado más en aspectos nacionales como la subida de los productos básicos, el coste de la transición energética y la elevada deuda pública.