La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha recordado este viernes que su llamamiento a Israel para la adopción de medidas para evitar el genocidio en Palestina también se deben aplicar en Rafá, zona escenario de una nueva incursión militar israelí y que, antes de la misma, era la última zona segura para los millones de desplazados que ha dejado la guerra.

"La Corte observa que los acontecimientos más recientes en la Franja de Gaza, y en Rafá en particular, aumentarían exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria con consecuencias regionales incalculables, como afirmó el secretario general de Naciones Unidas (Antonio Guterres)", se puede leer en un reciente escrito del tribunal. Según ha destacado el organismo, esta "peligrosa situación" requiere de la implementación "inmediata y efectiva" de las medidas provisionales que ya indicó en su veredicto de finales de enero, formulado tras una denuncia de Sudáfrica en la que acusaba a Israel de violar la Convención sobre el Genocidio, y que no parecen estar siguiéndose por el momento ya que el número de heridos, muertos y desplazados no ha dejado de subir.

La CIJ ha recalcado que aquel fallo es aplicable "en toda la Franja de Gaza", incluida la ciudad de Rafá, y que, por tanto "no exige la indicación de medidas provisionales adicionales". Así, la Corte ha incidido en que Israel "sigue obligado" a garantizar la seguridad de la población gazatí.

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, informó la semana pasada de que había ordenado preparar el terreno para la evacuación de la población de Rafá en aras de un ataque militar que venía anticipándose desde hacía semanas por el ministro de Defensa, Yoav Gallant. La ciudad, ubicada en el sur de la devastada Franja de Gaza, alberga a 1,3 millones de personas y era el último lugar seguro para los refugiados hasta el comienzo de esta última incursión militar.

Durante una lectura pública, la jueza Joan E. Donoghue aseguró que la CIJ tiene jurisdicción sobre este caso, avalando que Sudáfrica, en calidad de miembro firmante de la Convención para la Prevención del Genocidio, pueda demandar a Israel por presunta violación de la citada convención y que el litigio pueda, por tanto, seguir adelante en el organismo internacional. Las medidas cautelares impuestas son de obligado cumplimiento, aunque no implican una orden directa de cese de los ataques sobre la Franja de Gaza o un alto el fuego, sino que consisten en un exhorto para evitar y perseguir cualquier abuso sobre la población palestina. Israel debe informar a la corte a finales de febrero de los pasos adoptados para cumplir con estas disposiciones.

Los hutíes se atribuyen un ataque contra un petrolero británico

Por su parte, los rebeldes yemeníes hutíes han reclamado este sábado la autoría de un ataque contra un petrolero británico en el mar Rojo en respuesta a la ofensiva que Israel continúa aplicando sobre la Franja de Gaza, donde el pueblo palestino "es sujeto a la agresión y el asedio", tal y como ha denunciado el grupo.

El portavoz militar de los rebeldes hutíes, Yahya Sari, ha señalado en un comunicado difundido a través de su cuenta en la red social X que el buque, el petrolero 'Pollux', ha sido alcanzado por varios misiles que han sido lanzados de forma "certera y directa". El militar ha confirmado que la embarcación ha sido golpeada con éxito y ha sostenido que los rebeldes seguirán adelante con sus operaciones militares en la zona "hasta que termine el asedio en la Franja de Gaza". En el mismo sentido, Sari ha avisado de que las operaciones militares podrían aumentar si así fuera necesario, "en defensa de Yemen y en solidaridad con el pueblo palestino".

El jueves, el Departamento de Estado estadounidense informó de que el 'Pollux' había sido objeto de un ataque con misiles lanzado desde territorio yemení. El buque, de bandera panameña, se dirigía a India. Por su parte, la agencia de Operaciones de Comercio Marítimo de Reino Unido (UKMTO) alertó de que el petrolero en cuestión había sido golpeado a unas 72 millas náuticas (unos 133 kilómetros) al noroeste del puerto de Moca, en el suroeste de Yemen, aunque se descartó la presencia de víctimas mortales.

Actualmente, tres meses y medio después del comienzo de la nueva fase del conflicto entre Israel y Hamás, la cifra de palestinos que han perdido la vida supera la barrera de los 28.000, a los que hay que sumar más de 67.000 heridos y casi 2 millones de desplazados, de acuerdo con los últimos reportes del Ministerio de Sanidad de la Franja.

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