La Franja de Gaza agoniza. Asediada y bombardeada “a un ritmo no visto en décadas”. El pueblo palestino lleva catorce días soportando la brutalidad del Ejército israelí como respuesta al ataque que lanzó el grupo Hamás y ya son al menos 4.137 los palestinos que han muerto y más de 13.000 los que han resultado heridos, según datos del Ministerio de Sanidad de Gaza.

Mientras la comida y el agua ya empiezan a escasear, y la ONU ha advertido de consecuencias catastróficas si no se permite el acceso a la Franja para repartir suministros, la ayuda humanitaria continúa esperando en el paso de Rafah, en la frontera entre Gaza y Egipto, que sigue cerrado este viernes a la espera de la orden de Israel que permita una entrada segura entre sus ininterrumpidos bombardeos.

Según ha afirmado Daniel Hagari, portavoz del ejército de Israel, sus fuerzas siguen bombardeando la franja y lo hacen “a un ritmo no visto en décadas” con el objetivo de “preparar el terreno” para la invasión terrestre y “conseguir información sobre los rehenes”.

Por su parte, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha presentado este viernes los planes de la campaña militar que ha emprendido su ejército contra Hamás y sus milicias en la Franja de Gaza. Se trata de una operación de tres fases que ha comenzado con bombardeos aéreos, seguirá con “maniobras tácticas” y operaciones “de menor intensidad” contra “focos de resistencia”, y espera terminar con la declaración de un “nuevo régimen de seguridad” en el enclave palestino.

Gallant ha explicado que el ejército israelí se encuentra ahora mismo en la primera fase, que comprende “ataques aéreos que seguirán por una maniobra táctica con el propósito de destruir operativos y dañar la infraestructura de Hamás”. La segunda fase, tal como ha indicado, consistirá en una serie de operaciones intermedias a menor intensidad para eliminar “focos de resistencia” y el tercer paso “consistirá en la creación de un nuevo régimen de seguridad en la Franja de Gaza que pasará por el final de toda responsabilidad israelí sobre la vida cotidiana”. Tras ello, la creación de una “nueva realidad de seguridad para los ciudadanos de Israel y los residentes” gazatíes. En definitiva, una invasión al pueblo palestino en toda regla.

La excusa de la defensa propia

Por su parte, el Gobierno palestino ha acusado a Israel de “usar la excusa de la defensa propia” para aplicar “planes colonialistas” y “socavar cualquier oportunidad de aplicar la solución de dos Estados”. “Israel usa la excusa de la defensa propia para aplicar más planes coloniales expansionistas y socavar toda oportunidad de aplicar la solución de dos Estados”, ha dicho el Ministerio de Exteriores palestino a través de un comunicado, indicando también que las autoridades israelíes “buscan imponer una nueva agenda” a nivel internacional mientras evita “una solución al problema palestino”.

De la misma manera, desde la cartera de Exteriores palestina han recalcado que “con sus ataques contra civiles desarmados, Israel también está bombardeando el Derecho Internacional y los principios sobre Derechos Humanos”. También han recriminado que las autoridades israelíes “han lanzado campañas para engañar al público internacional y demonizar al pueblo palestino y su causa”.

Además, han subrayado que “condenan en los términos más firmes la devastadora guerra de ocupación y los crímenes de limpieza étnica contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza”, aseverando que “el objetivo es destruir la franja y desplazar a su población” mientras se están bombardeando lugares en los que hay “iglesias, mezquitas, hospitales, escuelas, viviendas, centros educativos, instituciones culturales y oficinas de medios de comunicación”.

“Bajo el polvo de toda esta destrucción en la Franja de Gaza, las autoridades de ocupación intentan profundizar la ocupación, los asentamientos y el apartheid en la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Este, y reforzar el control y la agresión contra los ciudadanos palestinos, imponiendo castigos colectivos y restricciones a sus vidas (…) Esto se suma al aumento de robos de tierra, la construcción de más asentamientos y carreteras y las actividades de milicias de colonos y su terrorismo contra ciudadanos palestinos”, han remarcado.

La ONU exige urgencia con la ayuda humanitaria

Ante un asedio total que dura más de diez días y ha provocado el corte de suministros de electricidad, combustible, alimentación y agua, el secretario de Naciones Unidas, António Guterres, ha exigido este viernes desde el paso de Rafah la apertura inmediata del cruce para que los camiones con ayuda humanitaria “avancen urgentemente y lo antes posible” hacia el enclave palestino.

“Hemos visto en este lado de la frontera muchos camiones cargados con suministros. Estos camiones no son solo camiones, son un salvavidas, la diferencia entre la vida y la muerte para tanta gente en Gaza. Verlos aquí atrapados me hace ser muy claro: lo que necesitamos es que se muevan, que se muevan al otro lado del muro lo más rápido posible y en el mayor número posible”, ha aseverado en rueda de prensa Guterres.

Estas declaraciones se producen después de que el Gobierno de Israel se haya abierto a facilitar la entrada de ayuda humanitaria en la franja, aunque la está retrasando por la inspección de los cargamentos que ha exigido. En primer lugar, el miércoles, Israel y Estados Unidos anunciaron el acuerdo para permitir la entrada de ayuda, y posteriormente el acuerdo fue alcanzado por Egipto e Israel, pero el secretario de Naciones Unidas ha lamentado que estos acuerdos se hayan fijado con “condiciones y restricciones”.

 Netanyahu, en entredicho

Miles de ciudadanos y activistas han salido a la calle en ya numerosas ocasiones a lo largo y ancho del mundo para mostrar su solidaridad y apoyo al pueblo palestino. Mientras éstos recriminan el “genocidio” y la “masacre” que están perpetrando las fuerzas israelíes, bajo el liderazgo del primer ministro Benjamin Netanyahu, éste va viendo mermada su popularidad.

Y es que en torno al 80% de los israelíes esperan que el primer ministro termine asumiendo públicamente, como han hecho altos responsables de seguridad, su parte de culpa por el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre. Solo un 285 de los encuestados valoran a Netanyahu como el más apropiado para desempeñar el cargo de primer ministro, según la última encuesta semanal publicada por el diario centrista israelí Maariv.