El pasado sábado 26 de septiembre dejó una escena nostálgica impropia de los tiempos que corren. Como si de los años 30 se tratara, una selecta colección de fascistas invadió el Ateneo de Madrid, que acogió la la conmemoración de la fundación de Falange Española de las JONS.

El Cara al sol; camisas azules, gritos de "¡Arriba España!", se desplegó simbología que enaltecía el fascismo… El evento dejó una suerte de repertorio falangista que retrotraía a una época pasada.

Conviene recordar que el Ateneo, cuyos orígenes datan de 1820, cesó en sus actividades durante la Guerra Civil y fue empleado como altavoz por la dictadura franquista. Hasta 1960 no recuperó sus funciones culturales.

El acto ha despertado ha causado indignación incluso entre los socios. Y es que, este tipo de actos, que pueden ser polémicos, suelen ser votados en el seno de la junta directiva. Ocurrió, por ejemplo, en enero de 2018 con un acto de Unidas Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y miembros de los sindicatos UGT y CCOO; que pidieron permiso para celebrar un evento reivindicativo por la libertad de los presos -entonces preventivos- el 1.O. Se acordó no permitirlo.

El conocido falangista Eduardo García Serrano fue uno de los directos de orquesta del acto. Su "¡Arriba España!" y su saludo fascista fueron vitoreados y celebrados. Tras él, pronunciaron sus respectivos discursos el jefe nacional de La Falange, Manuel Andrino, tomó la palabra y finalmente Norberto Pico, jefe de Falange Española de las JONS, clausuró la reunión. Al terminar las intervenciones, los asistentes, portando banderas de Falange, entonaron el Cara al Sol y tras concluir el acto se dirigieron al Congreso de los Diputados para realizar una foto grupal.