Alcañiz suele saltar a los medios de comunicación nacionales por dos motivos: por las apariciones del sociólogo Ignacio Urquizu para hacer análisis de actualidad o por las hazañas de su hasta ahora alcalde, Juan Carlos Gracia Suso, que inició su mandato siendo cazado por la Guardia Civil mientras circulaba a 211 Km/h por un tramo limitado a 100. Urquizu, que abandonó los pasillos del Congresos del Diputados (donde era diputado socialista por Teruel), afrontó el reto de plantar cara a Gracia Suso en las elecciones municipales, cuando Alcañiz ha sido desde hace décadas una ciudad tradicionalmente conservadora. 

El pasado domingo, la lista encabezada por Urquizu logró un histórico resultado, logrando 7 concejales de 17, mientras que el alcalde popular perdió un 20% de votos y dos concejales. Ahora, como en tantas otras ciudades de España, el candidato socialista tendrá que logar el apoyo de otros grupos para poder tomar el bastón de mando de la alcaldía. "Yo sí que me veo con posibilidades de ser alcalde", asegura Urquizu a ElPlural.com, que atribuye que Alcañiz haya dejado de ser un bastión del PP a tres factores: "Hemos presentado a un buen equipo, joven, nuevo, que es bien valorado por los alcañizanos, la marca del PSOE vive estos días muy buenos momentos y el desgaste del actual alcalde".

El aún alcalde, que se considera a sí mismo una estrella ascendente en el PP regional, se subió el sueldo a más de 30.000€ nada más ser elegido (pese a que cobraba también de la Diputación de Teruel), se negaba a acatar la Ley de Memoria Histórica, hacía guiños al franquismo, pemitió que su teniente de alcalde se concediese una plaza de funcionaria a sí misma, echó las culpas a la oposición del derrumbe de un cerro de su localidad que ha dejado a varias familias en la calle, la madre de su concejal de seguridad figura como propietaria de un bar de copas sin licencia, se gastó más de 30.000 euros públicos en enormes banderas de España que se rompían y sus socios de gobierno en el Ayuntamiento, del Partido Aragonés (PAR), calificaron su comportamiento de "rancio dictador de otros tiempos" y ya han declarado que no apoyarán al PP si él es el candidato. Además de su multa y retirada de carnet por exceso de velocidad. "Es un desastre sin paliativos", se lamenta Urquizu, que además invita a apreciar el abandono de Alcañiz durante el mandato de su rival: "La ciudad está sucia, dejada, llena de solares y de negocios cerrados. En 8 años se han ido de Alcañiz 30 empresas y se han ido al paro 110 personas [llegando a los 900 parados en una localidad de 15.939 habitantes]". El candidato socialista se compromete a escuchar a los vecinos desde el primer minuto de ser investido, en lugar de culparles de su situación. 

Con respecto a los apoyos, Urquizu cree que puede contar tanto con el de Ciudadanos (1 concejal), como con los concejales del PAR (3), mientras que la concejala de Izquierda Unida ya ha asegurado que va a apoyar el cambio de Gobierno en la alcaldía. "No entendería que el PAR, que es un partido regionalista, apoyara a este nuevo PP recentralizador", ironiza el sociólogo. Aunque también le bastaría con el voto a favor o la abstención de Ciudadanos, aunque este partido tiene consultar todos los apoyos a las investiduras con Madrid.