El secretario general de Podemos y candidato a la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, ha regresado este lunes a la mesa de la Cadena SER de la que se levantó el viernes pasado después de que Rocío Monasterio se negara a retractarse y condenar las cartas amenazantes que recibió.

“Impresiona volver”, ha confesado el líder morado, quien ha apostillado que “creo que hice lo correcto y mucha gente lo entendió” porque “se han atravesado demasiadas linea rojas. El fascismo no es compatible con la democracia”.

Iglesias considera que lo ocurrido el pasado viernes supone un punto de inflexión en la campaña: “Es evidente que se despertó algo. Cuando dijimos hace dos años ‘alerta antifascista’ recibimos muchas críticas, y a partir del viernes vimos otra cosa. No se pueden tolerar ciertas cosas. No se puede aceptar una fuerza política racista que copie carteles de la Alemania Nazi y haya jueces que lo permitan”.

“La democracia no puede ser tolerante con los intolerantes. Hace dos años no eran tan salvajes como ahora. Se les ha tolerado y han atravesando lineas rojas hasta que te mandan cuatro balas. Es ir dando pequeños pasos.  Hay fascistas acosándote en tu casa con niños pequeños y hay tertulianos que dicen ‘bueno, es normal’”, ha lamentado.

Y es que, el cabeza de lista de Unidas Podemos, apunta no solo a Vox, sino a sus tentáculos mediáticos: “El problema de la ultraderecha no es solo Vox. Veo en Telecinco 5 que aparece Eduardo Inda que ha hecho popular y famoso el discurso de la ultraderecha”. Asimismo, ha censurado que "lo más grave no es que Ayuso difunda un bulo, lo más grave es que Ana Rosa Quintana lo esté repitiendo en un programa de máxima audiencia como si eso fuese normal en democracia".

Con respecto a si el impulso obtenido durará hasta el 4 de mayo, Iglesias ha asegurado que “sí” porque la herida es demasiado profunda y “la gente tiene memoria”: “He recibido muchos mensajes no solo de solidaridad conmigo y con mi familia por lo de las cuatro balas, sino gente que me dice: ‘Lo que lleváis pasando este año, lo que pasó cuando os fuisteis con los niños de vacaciones, que un ultra que tiene una orden de alejamiento contra mi familia, que a Emtrambasaguas la fiscalía le pida un año de prisión por acosar a mis hijos… Es muy grave”.

Sobre si hubiera sido mejor quedarse en el debate y rebatir las ideas vertidas por la ultraderecha, Iglesias ha argumentado que “claro que hay que hacerles frente”, pero “no podemos tolerar como normal determinados planteamientos”. "Si te sientas con un partido que te dice ‘eres una rata y un asesino’ se hace muy difícil debatir. Si los términos del debate los fijen el trumpismo de Ayuso y de Vox, no hay debate”.