El debate de este viernes en la Cadena SER entre cuatro de los cinco candidatos a la Comunidad de Madrid (Isabel Díaz Ayuso no ha acudido) se ha suspendido antes de lo previsto tras varios altercados protagonizados por Rocío Monasterio y su negativa a retractarse por haber cuestionado la veracidad de las amenazas de muerte recibidas por Pablo Iglesias, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.

El candidato morado ha abandonado la mesa tras pedir a Monasterio que condenara la carta y las cuatro balas recibidas. La dirigente de Vox ha sido tibia y ha evitado retractarse y ha celebrado su marcha: “Me alegro, fuera del plató que es donde tiene que estar”.

En es punto, Mónica García, de Más Madrid, ha preguntado directamente a Monasterio si “puede hacer algo digno en su vida” porque “no solo es mala gente, sino que son una aberración”.

Edmundo Bal y Ángel Gabilondo, entre tanto, le insistían a Pablo Iglesias que no se fuera aunque tuviera razón.

El debate ha continuado, pero tras un receso, el candidato socialista ha pedido la palabra para anunciar que también abandonaba el debate en vista de que Iglesias no regresaba: “Pensaba que volvería”, ha justificado; y ha censurado que “esto no se puede consentir”.

 

Tras él, García se ha movido en la misma tónica y ha pedido a la moderadora que diera por concluido el debate. Por su parte, Bal ha rogado a ambos que permanecieran en la mesa: “Por favor, no hagáis el juego a Vox. Hemos ganado la democracia, contra el odio, con la palabra”.

Con la opinión expuesta de los tres candidatos y con el murmullo de fondo de Monasterio, Barceló ha aceptado y ha dado por terminado el debate: "Los tres tenéis razón. Los demócratas somos muchos más y son los demócratas los que van a decidir lo que pase en estas elecciones y en las siguientes. Esto va de todo y, sobre todo, de democracia. Una democracia que nos ha costado mucho conseguir. Trabajo en una democracia. Muchísimas gracias a todos ustedes y espero que tengan otra ocasión de poder debatir”.

Monasterio contra Barceló

La líder de Vox en Madrid ha acusado a la periodista de no ser una mera moderadora sino “una activista”, ironizando incluso con que  estaba “cogiendo de la manita” a Iglesias cuando trataba de evitar que se fuera.

Monasterio incluso ha calificado a la SER de “dictadura” por no emitir sus cuñas electorales, ante lo que Barceló se ha plantado, recordándole que no las han publicitado porque podrían constituir un delito de odio contra los mal denominados MENAS (menores extranjeros no acompañados).

”Creía que iban a cambiar el minuto de oro, porque esto que ha pasado aquí es tan importante y refleja tanto cuál es el clima, la situación, dónde hemos llegado... Yo como periodista, la gente que nos escucha como ciudadanos y ustedes como candidatos políticos. Yo soy una activista de la democracia. Trabajo en una casa democrática y por eso hemos continuado el debate”, ha zanjado Barceló.