El exvicepresidente segundo del Gobierno y exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha participado en la Fiesta de la Primavera de Podemos, donde ha estado acompañado de la politóloga y doctora en Relaciones Internacionales Arantxa Tirado, de la secretaria internacional de Podemos, Idoia Villanueva, y del activista, ensayista y traductor Raúl Sánchez. Este acto ha estado marcado por una línea especialmente crítica con la OTAN y con las causas y consecuencias sociales y económicas de la Guerra de Ucrania. 

El evento se ha celebrado con un contexto complicado de fondo: la, por ahora, ruptura entre Podemos y el proyecto político de Yolanda Díaz, Sumar, apoyado en los mimbres de otras formaciones de izquierdas como IU o Más País. El pasado 2 de abril, la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo anunciaba su candidatura a la presidencia del Gobierno, en un acto que buscaba aunar fuerzas y hacer corro de cara al comienzo del viaje hacia la Moncloa.

Sin embargo, Podemos no estuvo presente en dicho acto, salvo por puntuales dirigentes regionales del partido que se saltaron la dirección oficial y optaron por acudir. Siguen existiendo ciertas asperezas entre ambas formaciones de izquierdas que, por ahora, mantienen cierta distancia y no parecen ser capaces de llegar a ningún tipo de preacuerdo para presentarse de manera conjunta a las elecciones.

Iglesias ha centrado su intervención en en el contexto geopolítico imperante, en las diferentes maneras de hacer política y en la situación de los medios de comunicación, comenzando por una alusión a la Ley de vivienda: "Que en este país se vaya a poder hacer una ley en la que se vaya a proteger a la mayoría social que tiene que pagar una hipoteca o un alquiler para garantizarles una mayor estabilidad es un avance muy importante que hay que apoyar, defender y del que enorgullecerse", ha apuntado. 

A su vez, ha dejado ciertos dardos a Yolanda Díaz y a Sumar, al expresar que "Podemos se siente víctima de una campaña de "desprecios", "insultos" y "ninguneos" por su parte, pero que aún así seguirá defendiendo la "unidad" con Sumar para las próximas elecciones generales. En la misma línea, Iglesias expresó su comprensión para con los "muchos militantes que se sienten muy dolidos y ofendidos" por la situación en la que se encuentra la formación.

"Creo que esta formación tiene que seguir defendiendo la unidad. No siempre es sencillo cuando te insultan, te menosprecian, te ningunean y cuando todos los cañones mediáticos construyen un relato ofensivo contra ti, y entiendo que muchos compañeros exijan respeto, pero este partido tiene que tener altura de miras y demostrar que caminar juntos es condición de posibilidad de que cambien las cosas", ha sentenciado. Aunque no hubo una mención explícita a Díaz ni a Sumar, la línea de las palabras de Iglesias a este respecto fue clara para todos los asistentes al acto en Zaragoza.

"Ahora estamos ante el enésimo intento de matar a Podemos. Pero hay que preguntarse una cosa: si Podemos no existiera, ¿habría gente con capacidad de dar ciertos discursos y de decir todo lo que está prohibido en las televisiones y radios de este país? ¿Habría gente llamando capitalista despiadado a Juan Roig, dando opiniones controvertidas sobre Ana Rosa Quintana o siendo tan críticos con la monarquía española, entre otras cosas?", se ha cuestionado.

"En política, es importante cómo y desde dónde se dicen las cosas. Y Podemos ha sabido decir las cosas cuando más incómodas han sido y cuando más se ha necesitado", ha asegurado.

"La actitud más subversiva en este momento, la actitud con la que más se puede defender la democracia y la que más saca de sus casillas a los grandes poderes, es simplemente decir la verdad", ha señalado, al tiempo que ha recordado un pasaje de Oskar Lafontaine (ex miembro del SPD) en el que hacía referencia a un presunto ataque estadounidense a las infraestructuras energéticas alemanas, y en el que llamaba "cobardes" a políticos y medios de comunicación por no "atreverse" a exponer esta información.

"Ni siquiera los más críticos con esta formación pueden negar su labor"

"¿No os habéis dado cuenta de que no queda ni un solo tertuliano en las televisiones públicas y privadas que hable mal de la OTAN? Estamos dispuestos a tener tertulianos de izquierdas, pero solo tertulianos de izquierdas que cierren filas con la OTAN. Son una serie de reglas que no se pueden romper para que nada cambie", ha sostenido.

"Sin embargo, ni siquiera los más críticos con esta formación se atreven a decir que el Gobierno de coalición hubiera sido posible sin que existiera Podemos. Esta formación política tiene que tener altura de miras y saber que caminar juntos, a pesar de todas las trabas y dificultades que estamos sufriendo, es el camino a seguir, aunque se tenga toda una maquinaria en contra", ha argumentado.

Por su parte, Arantxa Tirado ha señalado que, a diferencia del periodo de la Guerra Fría, cuando el conflicto internacional enfrentaba dos modelos económicos, políticos y sociales diferentes, en este caso la hegemonía se está disputando entre potencias con un modelo similar, pero con intereses contrapuestos. "El conflicto internacional que estamos viviendo es una pugna entre potencias neoliberales. La ultraderecha ha crecido mucho en los últimos años, y el neoliberalismo parece estar más cómodo con la extrema derecha, con todos sus postulados, que con cualquier cosa que huela un poco a comunismo, y ni siquiera a comunismo, sino a cualquier modelo de socialdemocracia que vaya mínimamente en contra de los postulados neoliberales", ha expuesto. 

"Proteccionismo, crisis en las cadenas de suministro, guerra por los chips... Son indicativos de que la economía está siendo controlada por la guerra y se está poniendo a su servicio. Europa y Estados Unidos, como occidente y la OTAN, están entrando en conflicto con otros pueblos y adoptando estas narrativas de guerra que todos estamos viendo", ha explicado Raúl Sánchez, mostrando, al igual que sus compañeros de ponencia, un punto de vista crítico con los intereses geopolíticos del bloque atlantista.