La gestión ambiental del futuro gobierno de España es un asunto clave que está siendo obviado en el debate o abordado en base a aspectos económicos, agrarios o incluso emocionales. Con Feijóo liderando las encuestas decidimos abordar el tema del medio ambiente y el cambio climático del nuevo programa del PP para el 23J.

La revisión de las 108 páginas de programa ofrece propuestas inconcretas respecto a políticas ambientales. Por ejemplo, el objetivo de fortalecer la sostenibilidad está diluido con el sistema agroalimentario en un mismo apartado. La cuestión que no especifica el programa es cómo actuar cuando ambas líneas de actuación son incompatibles, como evocan los ejemplos de Doñana o el Mar Menor.

El programa tiene incluso detalles muy controvertidos en negro sobre blanco: son los puntos 70, 73 ó 111 por ejemplo, en ellos, hay referencias explícitas a impulsar un “regadío moderno y sostenible”, o a una “nueva regulación de la franja litoral orientada a ofrecer seguridad jurídica a las instalaciones presentes”, por ejemplo.

Pero, sobre todo, llama la atención la alusión a espacios en crisis como son Doñana, el Mar Menor o Tablas de Daimiel. El programa promete proteger la biodiversidad de estos humedales contando “con la participación y colaboración de las administraciones públicas competentes, y desde el consenso científico y social”.

Este apartado, el 111, pareciera redactado a propósito para enervar al Consejo de Participación de Doñana y a su presidente, Miguel Delibes, así como a la Estación Biológica de Doñana del CSIC, entidades todas ellas que vienen siendo ninguneadas en la polémica elaboración de la Ley de regadíos de PP y Vox. Ley a la que la comunidad científica se opone y Ley que, por ahora, no propicia ese “consenso científico y social” al que alude el programa.

Un programa en contradicción con la realidad

Aprueban leyes o las modifican para acabar con el Mar Menor; están aprobando leyes contrarias a la ciencia en Doñana y ahora salen con estas milongas con las que quieren engañar. No pueden soplar y absorber a la vez”, reacciona el representante de Ecologistas en Acción (EeA) en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero.

El también portavoz de la Plataforma Salvemos Doñana estuvo el martes en Bruselas para pedir al comisario de Medio Ambiente que haga todo lo posible por frenar la ampliación de cultivos de regadío en plena sequía que Moreno Bonilla pretende al norte de Doñana, algo que para EeA, puede suponer la puntilla para el principal humedal de Europa. “Si de verdad apuestan por el regadío moderno, que apuesten por un modelo agroecológico y de economía familiar, el único cuyo valor añadido puede repercutir en el bienestar social”, reflexiona Romero.

Respecto a la apuesta por modernizar regadíos, el grupo ambientalista WWF también ha reaccionado. Advierten de la existencia de una nueva corriente política que no quiere admitir la realidad del sur de Europa respecto al cambio climático y la falta de recursos hídricos. “Vemos propuestas de buhonero que va de pueblo en pueblo con el tónico milagroso”, nos dice el responsable de WWF en Doñana, Juanjo Carmona, en referencia a políticas “negacionistas y cortoplacistas”.

Sin embargo, Carmona, biólogo afincado en la región de Doñana, afirma que la realidad se impone y obligan a cambiar las políticas para adaptarnos a la crisis climática. Señala que el programa que nos presenta ahora el PP está “discutido por sus propias políticas regionales, como vemos en Doñana. Dicen voy a salvar Doñana, pero habrá más regadíos… es imposible cuadrar el círculo, los programas deberían demostrarse con hechos”.   

Retroceso a nivel europeo

Otro de los ambientalistas consultados por el programa de Alberto Núñez Feijóo lo define como “muy decepcionante”, “tiene muy poca concreción o medidas en positivo, más allá de decir que queremos un mundo más sostenible”, reflexiona Juan Carlos Atienza, responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLIFE.

Tras analizar el programa, Atienza señala que las pocas medidas concretas que tienen son actualmente de obligado cumplimiento, “no es necesario promulgar la protección de un espacio protegido, sino que hay que gestionar esa protección, y en ese aspecto tienen credibilidad cero por culpa de la gestión que hemos visto en sus gobiernos autonómicos”, en referencia a las medidas de política ambiental de Extremadura, Murcia o Castila la Mancha en su momento.

Otro aspecto del programa del PP es que se posiciona abiertamente ante políticas comunitarias que, actualmente, pasan por ser las principales estrategias europeas para asegurar la biodiversidad. El programa propone “racionalizar” y “flexibilizar” el Pacto Verde Europeo y la estrategia ‘De la Granja a la Mesa’.

Sin freno a Vox y al ultranegacionismo

Otro de los aspectos rastreados en el programa es el cambio climático, definido como uno de los “principales retos”. Sin embargo, más allá de medidas como fomentar la agricultura de carbono, no ofrece vías concretas y de impacto para la descarbonización.

En conjunto, desde Seo/BirdLife valoran que el PP “no es consciente de la crisis climática y de la pérdida de biodiversidad”. Para Atienza, lo más preocupante es que el programa no ofrece ningún signo de tranquilidad, ya que “el PP no ejercerá la necesaria labor de contrapeso a lo que posiblemente le pidan sus socios de Vox, que son incluso menos ambientales”.

La ciencia lleva tiempo advirtiéndolo, hay que actuar ya. El Sexto –y más reciente– Informe de Síntesis de Evaluación (IE6) del del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas confirma que “la ventana para limitar el calentamiento a 1,5 ºC se está cerrando rápidamente, no hay tiempo”. La Agenda2030 venía siendo una formulación política para responder a evidencias científicas. Negar esa agenda o los Objetivos de Desarrollo Sostenible es querer meter la cabeza en el suelo cual avestruz. No afrontar el problema no evitará su existencia.