El Consejo de Ministros ya ha aprobado el decreto que establece las vías legales para la exhumación de Franco. Emilio silva, presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), ha confirmado en declaraciones a ElPlural.com su satisfacción por que lo restos del dictador salgan de un espacio público mantenido con fondos públicos.

Silva ha criticado las recurrentes declaraciones de Pablo Casado quitando peso a la memoria histórica sobre la necesidad de “mirar al futuro”: “Se trata de un ejercicio de doble moral (…) Cuando llegue diciembre y se conmemore por todo lo alto el 40 aniversario de la Constitución del 78, no habrá ningún problema en que el mismo dirigente que dice que hay que mirar a los próximos 40 años, mire a lo que ocurrió hace 40 años”.

Además, ha criticado la falta de humanidad de cualquier servidor público que no ayude a una persona a morirse habiendo enterrado a su padre o abuelo, independientemente de su ideología, ya que, en nuestro país, ningún gobierno se ha responsabilizado de la búsqueda de las personas represaliadas. Remarca la necesidad de debatir sobre el fondo de la cuestión, sobre si queremos financiar con dinero público el sepulcro del constructor de una dictadura represiva o sobre qué tipo de democracia es aquella que mantiene esa situación.

El sociólogo y politólogo también ha criticado otro de los argumentos más repetidos por Ciudadanos, que hay cosas más importantes. “¡Claro que hay cosas que le importa más a la gente!, pero un Gobierno está para legislar sobre multitud de asuntos, no solo para las tres principales preocupaciones que diga el CIS”. Y añade que, simbólicamente, la exhumación es un hecho transcendental para la democracia española.

El futuro del Valle

Sobre el futuro del Valle, el fundador de la ARMH indica que las prioridades deberían ser la realización de un informe técnico que permita conocer la totalidad de los restos y sus estados. Posteriormente, el Gobierno debería realizar una amplia labor informativa ya que “hay muchas familias que no saben que tienen un ser querido en el Valle”. En última instancia, se debería exponer al público contando su propia historia de una forma pedagógica: “Cómo se ideó, cómo se construyó, quiénes lo hicieron, en qué condiciones o los distintos usos hasta nuestros días”.

Silva recuerda que, tras las 8.000 exhumaciones realizadas, aún quedan en torno a 105.000 cuerpos en fosas y cunetas.