El paseo de unos 30 segundos que compartieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, continúa dando que hablar después de que Moncloa no cumpliera con las expectativas generadas previamente, pues se preveía un encuentro de mayor duración y calado. Pese a tratarse de apenas una conversación de pasillo, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha puesto en valor esa “primera toma de contacto” y ha asegurado que se abordaron temas fundamentales como la Defensa y Seguridad, la situación en América Latina y el cambio climático.

En una entrevista en la Cadena SER, González Laya ha restado importancia a la brevedad de la cita alegando que no acostumbra a “ir con un cronómetro a las reuniones internacionales”, al tiempo que valoró que “España ha recibido un voto de confianza de todos los líderes de la OTAN albergando la próxima cumbre, que va a ser muy importante porque se va a redefinir el concepto y la estrategia de la OTAN. El qué se va a hacer. Y se va a elegir al secretario general”.

La ministra ha insistido en la “buena sintonía” entre Biden y Sánchez y aseguró que se produjo “una inicial más allá del saludo puramente y menos de 40 minutos” que duran las reuniones protocolarias. De hecho, apuntó que tuvo lugar una conversación entre ambos líderes “cuando estuvieron solos sin ministros ni asistentes”.

Este intercambio de impresiones duró unos 30 minutos, según Laya, y se produjo “fuera de cámaras y antes de hacerse la foto de familia”. “Hablaron y, luego, fueron en un pasillos mientras se acercaban a la sala donde iba a tener lugar la cumbre”.

Con respecto a si la Moncloa infló las expectativas, Laya ha explicado que no quiere entrar en polémicas porque “el ruido no hace el bien ni el bien hace el ruido” y, además, protocolariamente “se llama encuentro” y dio para tocar tres cuestiones: poner en valor los vínculos en materia de Seguridad y Defensa, la coyuntura en América Latina y el nuevo compromiso con el acuerdo de cambio climático.

Con respecto a las críticas y mofas vertidas por el líder del PP, Pablo Casado, quien lamentó que “Sánchez no ha hundido en la irrelevancia internacional”, la ministra dice que “estamos tan acostumbrados a las hipérboles de Casado que ni las escuchamos”.

China, la nueva amenaza

La OTAN concluyó que China es ahora una amenaza militar. A este respecto, Laya ha opinado que lo que se ha hecho ha sido “redefinir los riesgos”, y “no solo militares”, sino también en lo relativo a la “guerra de desinformación, ciberseguridad…”.

“Hemos hablado mucho del riesgo del cambio climático y el quedarnos atrás en la evolución tecnológica del mundo, hemos mirado quiénes son los actores en el nuevo mapa de los riesgos y China, sin ser nuestro enemigo y teniendo que crear un espacio de entendimiento, también sabemos que supone un actor sistemático al que tenemos que incorporar en nuestra matriz de riesgos”, ha apuntado.

Marruecos

Sobre la crisis con Marruecos, la ministra ha optado por un sepulcral silencio, alegando que quiere “poco ruido y mucha discreción”. Lo que sí ha subrayado es que “hay que crear un espacio donde reconducir la relación” para que no continúe la crisis”.