El encuentro entre el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dado mucho que hablar por su brevedad. La Moncloa generó unas expectativas altas anunciando una reunión bilateral entre ambos líderes que quedó en una conversación de pasillo de unos 30 segundos. Exteriores ha explicado que la cita se produjo, aunque se trató finalmente de una conversación privada “fuera de cámaras” de unos 30 minutos. No obstante, el Partido Popular aprovechó el asunto para comparar el paseo de Sánchez y Biden con el recibimiento que el Congreso estadounidense realizó a José María Aznar en su momento.

El responsable de Comunicación de la formación liderada por Pablo Casado, Ismael Sirio López, publicó un tuit en el que ironizó: “Lo mismito que el asalto de hoy de Sánchez a Biden en los pasillos”. Un mensaje acompañado por un vídeo en el que Aznar entra en el Congreso entre aplausos.

El PP ha sacado pecho de las imágenes, pero ha obviado que el Gobierno de Aznar pagó dos millones de dólares a una firma de abogados de Washington para promover su imagen y para lograr así las rúbricas necesarias que requiere la concesión de la medalla de oro del Congreso.

La ex ministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio confirmó este extremo, matizando se utilizaron "fondos públicos para contratar a una empresa que apoyara los intereses de España”.

La empresa en cuestión fue Piper Rudnick, que estableció un pago inicial de 700.000 dólares, correspondientes a los siete primeros meses, y mensualidades de 100.000 en los meses posteriores hasta completar los 2 millones de dólares.

En el contrato, la empresa de "lobby" se comprometió a "asistir al Gobierno de España en diplomacia pública y comunicación estratégica". Llama la atención que el contrato hable de "reforzar las relaciones con la Casa Blanca" en un momento en el que Aznar presumía de su relación privilegiada con Bush.