El presidente madrileño, Ángel Garrido, ha admitido este lunes que la renuncia del Alberto Núñez Feijóo a presentarse candidato a liderar el PP le "sorprendió", y aunque ha dicho entender sus razones personales ha reconocido que si se hubiera presentado habría "facilitado las cosas" al partido.

Así lo ha dicho durante un desayuno informativo en el que ha opinado que todos en el PP esperaban que Feijóo fuera "el único candidato", porque a su entender había un "consenso casi unánime" para apoyarle como presidente del partido.

Garrido ha defendido el modelo de primarias vigente en el PP, y aunque ha reconocido que a él le gustaría más un modelo de primarias "puras" -sin compromisarios que en el congreso puedan cambiar la tendencia mayoritaria de la votación de los militantes, algo que sería "complicado"-, ha subrayado que es el modelo que votó el partido en su momento y que, si no gusta, habrá que cambiarlo cuando corresponda, pero no ahora. Por eso, ha insistido en que la persona que sea elegida presidente -sea o no la que hayan votado los militantes de forma mayoritaria- en su opinión estará legitimada "no al 99 %, si no al 100 %".

Garrido ha reiterado su apoyo a María Dolores de Cospedal para presidir el PP, porque cumple todos los requisitos que él cree que debe tener quien aspire a ese puesto: tener experiencia en la dirección el partido, tener el respeto de los militantes, contar con experiencia en el Gobierno y haber ganado algunas elecciones.

No obstante, ha apuntado que los tres aspirantes con mayores posibilidades a priori (la propia Cospedal, Pablo Casado o Soraya Sáenz de Santamaría) reúnen todo sellos "grandes características", e independientemente de sus preferencias personales ha dicho estará "feliz" gane quien gane, porque por primera vez liderará el PP alguien elegido por los militantes. "Y como los tres son muy listos, cuando se acabe el proceso se llamarán para seguir trabajando por el PP", ha añadido, convencido de que lo importante es que el partido se va a unir en torno a quien gane.

Pero al margen de los nombres, Garrido ha opinado que en el congreso extraordinario del PP han de tratarse propuestas y avanzar en la renovación ideológica de partido, que debe ser "permanente", porque en la sociedad los cambios se producen muy rápido y "o estamos atentos, o nos quedaremos atrás".

Ha recordado que el PP "en muchos casos" en el pasado reciente ha ido "a rebufo de la sociedad, y nos ha ido mal", por lo que el partido debe estar "atento" y avanzar "pero no solo en congresos", sino que hay que estar "en permanente escucha de la sociedad para ver adónde va".

Respecto a las declaraciones que hizo ayer el expresidente José María Aznar, quien abogó por reconstruir el espacio de centroderecha en el PP, Garrido ha dicho que respeta todas las propuestas pero ha señalado que el PP es un partido "de centro reformista", que busca ganarse al electorado de centro "moderado".

Y más allá de nombres o ideología, Garrido ha defendido también que los partidos en general deben avanzar hacia una "regeneración institucional" que les vuelva a legitimar a los ojos de la sociedad, con medidas como limitar los mandatos de los presidentes o consejeros, la supresión de los aforamientos o un régimen más estricto de las llamadas 'puertas giratorias'.

En este sentido, ha alabado la 'puerta giratoria' que ha elegido el expresidente Mariano Rajoy al volver a su puesto de trabajo como registrador de la propiedad, "un ejemplo que ha dado la vuelta al mundo".