Los restos de Francisco Franco no pueden enterrarse de nuevo en la cripta de La Almudena. Este es el acuerdo al que llegaron este lunes la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y El Vaticano. O, al menos, eso es lo que comunicó Calvo.

Decimos al menos porque este martes El Vaticano ha corregido a la vicepresidenta. Aseguran que es cierto que no se oponen a la exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos, pero matiza: en ningún momento hablaron del lugar en el que debía ser enterrado de nuevo. Es decir, no se pronunciaron sobre la conveniencia o no de que ese sitio fuera la catedral de Madrid; mientras que Calvo destacó que habían pactado “encontrar una salida” y que "que obviamente no puede ser La Almudena".

La corrección ha llegado de mano del portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, que ha precisado que en la reunión entre la vicepresidenta y el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, este último "en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación", aunque vio "oportuna" la idea de buscar una alternativa a La Almudena.

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"A propósito de la reunión que mantuvieron ayer el secretario de Estado de la Santa Sede y la vicepresidenta del Gobierno de España quiero precisar lo siguiente: el cardenal Pietro Parolin no se opone a la exhumación de Francisco Franco, si así lo han decidido las autoridades competentes, pero en ningún momento se pronunció sobre el lugar de la inhumación", reza el comunicado del Vaticano.

Dialogar con la familia del dictador

Basílica del Valle de los Caídos en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). EP

Para ello, apuestan por dialogar con la familia, la misma que ha exigido que el dictador sea enterrado en la cripta de la catedral y que se haga con honores militares. “Se rendirán por una unidad con bandera, banda y música y consistirá en la interpretación del himno nacional completo, arma presentada y una descarga de fusilería”, pedían.

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Lo que sí es cierto es que Parolin se mostró comprensible con las preocupaciones del Gobierno de que La Almudena se convierta en un nuevo centro de peregrinación del franquismo en el centro de Madrid.

El problema es que Calvo aseguró en los pasillos del Congreso de los Diputados que había encontrado "una posición absolutamente colaboradora" en el Vaticano y, pocas horas después, lo que llega desde Roma son correcciones a sus palabras.

No es la única corrección

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Y no es el único desencuentro que se ha ganado la vicepresidenta en las últimas horas a cuenta de la exhumación y la inhumación de los restos de Francisco Franco.

Calvo también ha asegurado que el Gobierno cuenta con el apoyo del cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. Es más, aseguró que Osoro no veía con buenos ojos que los restos del dictador acabasen en la cripta de La Almudena.

Pues bien, este martes, el Arzobispado de Madrid ha negado haber acordado con el Gobierno que el entierro de Franco no sea en la catedral. Mantienen que es un asunto que tiene que resolver el Gobierno y la familia, no la Iglesia.

Hasta ahora, Osoro se había limitado a manifestar públicamente que la Iglesia no puede oponerse al entierro de los restos de Franco en la cripta de la Almudena, porque la Iglesia "acoge a todas las personas". "No tenemos inconveniente en acoger a nadie. La Iglesia ha sabido acoger siempre a todas las personas", subrayó en su momento.