El troleo de la familia Franco a los defensores de la democracia puede adquirir tintes épicos. Y es que, de proceder a la exhumación de su cadáver del Valle de los Caídos, los Franco abogan por trasladar la momia del dictador a la cripta de la Catedral de la Almudena en Madrid, la iglesia de mayor relevancia de la capital.

La cripta está en un espacio de importantísimas dimensiones sobre el que se levantan 400 columnas. Se calcula que hay enterradas allí más de mil personas, todas ellas procedentes de familias nobles de la alta burguesía o religiosos de alcurnia.  

De ser así, Francisco Franco compartiría descanso (¿eterno?) junto a su hija Carmen Franco Polo y su marido, el marqués de Villaverde, Cristóbal Martínez Bordiú. Además, la familia cuenta con otros dos espacios vacíos. ¿Las tumbas de Franco y su mujer, Carmen Polo, actualmente enterrada en el cementerio de El Pardo?

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El cementerio de la Catedral esta repleta de personalidades ilustres y de alta alcurnia de la sociedad española. Por ejemplo, María de las Mercedes de Orleans, la primera mujer del rey Borbón Alfonso XII.  

Además, Franco tendría de vecinos, entre otros, a las familias Koplowitz, o varios miembros de la familia de Ramón Areces, cofundador de El Corte Inglés. Los marqueses de Urquijo cuentan también con un mausoleo en la cripta. También encontramos personajes como los marqueses de Cubas, los Soto y Alba o los marqueses de San Juan o condes de Santa María de Sisla

Los Franco quieren que los restos de su familiar compartan la eternidad junto la clase alta, los ricos de la historia de España. Junto a los suyos, vamos.