Francisco Serrano, el presidente del grupo parlamentario de Vox en el Parlamento de Andalucía, se ha cogido una baja médica de algo más de un mes por el “linchamiento” que dice sufrir tras la diatriba contra la sentencia de La Manada que publicó en Facebook y que generó gran polémica.

En un escrito, Serrano ha señalado que está “de baja médica” para recuperarse anímicamente junto a su familia, "que ha vuelto a sufrir las consecuencias del linchamiento en prensa y redes sociales".

Serrano defiende el análisis "objetivo y jurídicamente riguroso" que publicó en su cuenta en Twitter sobre la sentencia del Tribunal Supremo, y en el que se reafirma, si bien añade que solicitó a un "nuevo colaborador que lo publicara también en Facebook, lo cual derivó en una publicación completamente ajena a mí y manifiestamente incorrecta en las formas".

Lo cierto es que su comentario, que atribuye a un colaborador y que fue borrado de la red social, levantó ampollas. Serrano consideró que la sentencia estaba  "cargada de condicionantes mediáticos y políticos" y opinó que el Supremo no debería haber cambiado el fallo de tribunales anteriores.

 "Nos volvemos a encontrar con una sentencia cargada de condicionantes mediáticos y políticos que acabará ante el Tribunal Constitucional", dijo, y añadió que “no es la primera vez ni será la última".

Respecto a la sentencia en sí, expresó que la revocación por "error" en la prueba exige que "la sentencia recurrida carezca de motivación y resulte incongruente y carezca de razonabilidad". "Solo podría revocarse por infracción de normas sustantivas, entiendo que no antes sin oír a los acusados para no causar indefensión", defendió.

Así, manifestó que, a su juicio, "la diferencia entre el delito de violación y agresión sexual no depende más que de la propia apreciación de unos hechos probados que no se pueden alterar y que se practicaron, valoraron y razonaron con inmediación en primera instancia".