Tras su estreno como portavoz el pasado lunes, un día después de que el Comité Ejecutivo Federal ratificara su nombramiento, Ester Peña ha desgranado el manual de estilo de la derecha desde que “hubo que echarles del Gobierno por la corrupción del Partido Popular”. Pedro Sánchez puso la primera piedra en su entrevista en las páginas de La Vanguardia al reavivar el término fachosfera, que ha motivado una réplica en tromba de los principales rostros del PP, encabezados por Isabel Díaz Ayuso. En este contexto, la dirigente socialista, en la rueda de prensa habitual de los lunes, ha desgranado el manual de estilo conservador desde aquel mes de junio de 2018: “Su motor es el odio, el engaño y las soflamas incendiarias”.

Antes de someterse a las preguntas de los periodistas, la portavoz socialista establecía una “reflexión” sobre el proceder de la derecha desde que Sánchez saliera victorioso en la moción de censura contra la “corrupción” del Gobierno de Mariano Rajoy. Una definición que se enmarca en el ruido mediático generado a raíz de la entrevista del presidente del Gobierno en La Vanguardia este fin de semana, desde donde reactivó el término “fachosfera” en alusión a una derecha y ultraderecha abonadas al ‘no’ sistemático, cuyo recetario se construye a base de “polarización, ruido e insultos”.

En este sentido, la portavoz ha profundizado en las tesis del también secretario general del Partido Socialista, especialmente desde que cayera el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Desde ese momento, la derecha busca la “deslegitimación de aquello que no controla”, asegurando que en su manual se incluye la “instrumentalización de las instituciones, el uso de los gobiernos autonómicos para actuar contra el Ejecutivo, cuestionar al Tribunal Constitucional e incluso bloquear el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)”.

Para los socialistas, el motor que mueve a la derecha española es el “odio, el engaño y las soflamas incendiarias” que, a su vez, no hacen sino “perjudicar al ciudadano”. Este cóctel muestra, a ojos de Peña, que el Partido Popular está sumida en un “naufragio de ideas”; lo que sirve como prueba de que “no tiene nada que aportar a este país que no sea un no”. En otras palabras, en Ferraz consideran que en frente hay un adversario político que “no tiene proyecto”.

Peña: "El motor del PP es la guerra del odio, del engaño y las soflamas incendiarias que perjudican los intereses de España"

El Gobierno, continúa Peña, trabaja sin perder la perspectiva de la realidad, con el espíritu de la política de antes, en la que un partido “decía que había que llegar a 20 millones de trabajadores” y el contrario le respondía con un plan aún más ambicioso. Sin embargo, los ciudadanos ya no están en el epicentro de la agenda del Partido Popular, que da “por enterrada” esta acción política. “Mientras el motor de este Gobierno es el bienestar de los españoles y que España crezca, se cree empleo y se trabaje codo con codo”, la fórmula de los conservadores se encapsula en la “guerra del odio y del engaño”; en una labor que “perjudica los intereses de España”.

El desamor de Feijóo

La ausencia de proyecto que los socialistas atribuyen al principal partido de la oposición radica en un líder, Alberto Núñez Feijóo, que despertó del sueño de Moncloa el pasado 23 de julio. “Es su trauma por no tener el poder que buscaba”, ha precisado la portavoz socialista, que enmarca el resultado de las pasadas generales en un “batacazo” que no debe sufrir el país. “Fue su desamor de verano”, ha ironizado Peña, al tiempo que lamentaba que ni la política ni el propio PP “fueran como antes”.

En Génova se han asumido “con naturalidad” los postulados y la retórica de la ultraderecha. Al menos así lo creen en Ferraz y en Moncloa, desde donde se ha redoblado la estrategia por dibujar a PP y Vox como almas gemelas. Ya lo hizo Sánchez, no sólo con la inclusión del término fachosfera, sino en la convención del PSOE en A Coruña, donde ya oriento al partido a dar la batalla por el relato a la “Internacional Ultraderechista”, donde incluyen a los conservadores.

Peña ha puesto como ejemplo, de hecho, uno de los mantras que los populares lanzaron en la movilización de este domingo en Madrid contra la Ley de Amnistía. El PP llamó a la “rebelión cívica” contra el Gobierno y la medida de gracia, un concepto que ya utilizó en el año 2010 el colectivo ultracatólico de Hazte Oír contra el Gobierno de Zapatero. De hecho, la ultraderecha reavivó su fantasma en los momentos más duros de la pandemia, cuando llamaban a los españoles a no vacunarse y “saltarse las medidas de protección”. “Esto es lo mejor que se le ha ocurrido al PP de Feijóo”, ha precisado.

Por tanto, frente a la política del “todo vale, la de los usos de los medios de todos para el espionaje político, la de la corrupción y los sobresueldos”, se erige la de la “España real”; la de un país que “crece, avanza y teje su realidad diversa y plural”. “Una diversidad que forma parte de nuestra fortaleza. Frente a este ruido e insultos, reivindicamos la política de templanza”, ha rematado.

La derecha entra al trapo

De las primeras en alzar la voz ante la que consideran enésima afrenta sanchista ha sido, por supuesto, la presidenta de la Comunidad de Madrid. Ayuso, en declaraciones a los periodistas tras la presentación del estudio El impacto de la IA en la educación en España, ha urgido al jefe del Ejecutivo quedarse “en su fachomundo”. La baronesa popular cree que las declaraciones de Sánchez en La Vanguardia prueban que “está siempre a la defensiva” porque sabe, según su visión, que “no debería ser presidente del Gobierno”. “Y mucho menos con esos votos, con esas coaliciones, con tanta mentira y tanto daño”, ha apostillado.

Por ello, espera que el presidente del Gobierno se quede en “su pequeño mundo de ‘fachosferas’, en ese muro tan alto que él mismo ha levantado contra la inmensa mayoría de los españoles”. Así se ha pronunciado a preguntas de los periodistas, que le han planteado si los conservadores se sienten aludidos tras las menciones del jefe del Ejecutivo a esa “Internacional Ultraderechista” en la que también incluyen a Génova. El también líder de los socialistas considera que este corpúsculo se limita a “polarizar, insultar y generar desconfianza” con el propósito de tumbar a la coalición progresista.

“Que se quede en su ‘fachomundo’ todo el tiempo que quiera, pero creo que un presidente no debería estar a estas cosas, sino muy por encima, proponiendo soluciones para España, proyectos y reformas ambiciosos…”, ha afeado la presidenta madrileña, al tiempo que exigía al que considera su principal adversario de “demostrar altura de miras y grandezas”, en lugar de “ir de víctima”. “En vez de presentar planes emocionantes para España, está siempre en las grescas estas”, ha apostillado, aunque considera que su “proyecto pequeño” y “acabado” deja buena cuenta del “presidente que tenemos”.

El resto de los barones territoriales del Partido Popular han seguido el paso marcado por la madrileña. A su llegada a la reunión de la Junta Directiva Nacional de la formación, los líderes autonómicos también han mordido el anzuelo del jefe del Ejecutivo, expresando su máxima reprobación a sus palabras y señalando un “sectarismo” que catalogan como “típico de él”. Así ha ocurrido con los presidentes de Murcia, Galicia, Castilla y León, así como el jefe de la oposición en Castilla-La Mancha.

Todos convergen en que Sánchez “ataca de manera indecente a una buena parte de los españoles”, además de subrayar que sus palabras no son sino un ejercicio “vergonzoso e impropio” de un presidente del Gobierno en un país “serio”: “Esto es lo que hoy tenemos al frente del país, un líder que está llevando la tensión al máximo y provocando una incertidumbre, una inestabilidad y un ataque a la igualdad de los españoles sin precedentes”. “O estás con él o estás contra él”, rematan.