Twitter ha cobrado vida. Como una pesadilla lovercraftiana, la derecha española ha resurgido del cemento de la calle Ferraz de Madrid, a escasos metros de la sede del PSOE, sembrando el caos durante dos semanas. En esta red social se gestó el embrión y el bebé ya da sus primeros pasos en la vida real. El cambio de paradigma es un hecho y la derecha está capitalizando la protesta social. Primero fue internet, ahora es la calle. La derecha alternativa ha dado el palo a la izquierda, a punta de Opinel, arrebatándole espacios históricamente suyos. La defensa de los valores conservadores se está haciendo en forma de botellazos a la autoridad y el progreso se refugia tras los escudos de las antidisturbios y las corbatas de los ministerios. 

Pedro Herrero, director de Extremo Centro, explica su visión a ElPlural.com sobre lo acontecido en los últimos días y el paso de la red a la calle: “La memética y la cultura de internet se han vuelto algo corpóreo. Lo que veíamos en espacios digitales como una cultura audaz, ácrata y libérrima, ahora está en el espacio del mainstream. A medida de que esto suceda de manera más reiterada, veremos un efecto llamada. Como están saliendo bien algunas acciones, los chavales se van a lanzar a crear más perfomance y a generar más crítica ante las incongruencias del sistema. La gente joven tiene tantos motivos para protestar que esto va a acabar pivotando en una protesta de carácter generacional”.

Miguel Ángel Quintana Paz, director académico del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), analiza así para ElPlural.com la materialización del fenómeno: "Las redes pueden servir como consuelo psicológico para las personas que se ponen en contacto y que socialicen. Pero si ambas tienen éxito y el tema tratado es de índole político, lo lógico es que en algún momento se pase al mundo real. Y eso estamos viendo. Ahora, el estar fuera, puede servir para lo mismo que las redes y, eliminando, el componente negativo de estas". 

Para explicar de forma gráfica cómo ha llegado Twitter a la calle, nos podemos servir de varios ejemplos. En primer lugar, en cómo el tuitero @InigovanEyck organizó la compra de 25 muñecas hinchables para Ferraz, las cuales llegaron a colarse en las casas de millones de españoles en prime time a través de los medios tradicionales. De hecho, vimos cómo decenas de analistas informativos trataron de desviar la referencia a las prácticas sexuales con prostitutas de algunos miembros del PSOE al utilizar la carta del machismo. La jugada de Van Eyck es un éxito de marketing que trasciende la red y llega a la gente normal no radicalizada. Un tuitero que está llevando a lo real su ingenio. Otro ejemplo es cómo Españabola ha pasado de organizar a sus mutuals en la red a la movilización real en la calle. Cómo bautizó a Noviembre Nacional sin ni siquiera tener cuenta en Twitter. Un mensaje de whatsapp a @tip0DeIncogni y poco después se creo un símbolo, el cual hemos visto en muchas banderas españolas. Y también está la broma sobre el sacrificio de Bertrand Ndongo, quien estaba llamado a ser el George Floyd de las protestas. 

Los inicios del Team Facha

Todo empezó con José Mourinho. Un hombre libre que se rebeló contra el stablishment moral e ideológico que imperaba en la España de principios de la década de 2010. El guardiolismo y la Selección Española representaban el bien, mientras que el Real Madrid de Mourinho era el villano de la película. Autores como David Gistau, Jorge Bustos, Hughes, Manuel Jabois y un ejército de tuiteros definido como Yihad Mourinhista construyeron el relato y las bases para un movimiento que trasciende el fútbol.

La llegada del portugués a Chamartín cambió el futuro del país. Mourinho no ganó ninguna Champions, pero movilizó políticamente a una generación que no le gustaba el viraje ideológico que se estaba configurando en España. Una dictadura de lo políticamente correcto se abría horizonte en un país dónde levantar la voz contra ello te convertía en un yihadista. En un apestado. Y en Twitter surgió un movimiento que precedió a las luchas contra lo woke. Mientras que el guardiolismo fue el proto-woke, el mourinhismo es la embrión del Team Facha y Noviembre Nacional es el niño que ya corretea por el salón destrozando todo lo que ve a su paso: “Ante la hegemonía del Barça de Guardiola, solo podías tirarte al suelo y perder. Y la construcción de esa dominación también construye su propia contracultura. De quien se levanta y dice: ‘me niego’. Que prefiere vivir a la intemperie del poder que someterse a la dominación”, explica Herrero. El meme de las fichas de dominó, también se ha hecho real. El Real Madrid fichó a José Mourinho en 2010 y 13 años después, una decena de muñecas hinchables invaden Ferraz.

La eclosión del Team Facha también trae la implementación de un nuevo lenguaje. Una forma propia de expresarse y protestar. El anonimato es un lugar libre de señalamientos donde expresarte libremente y crear sin miedo a la represalia. Y allí, muchos jóvenes diseñaron una comunidad con la que compartir intereses y transformar el odio en política. Poco a poco, todos fueron radicalizándose entre sí. Nazis, fascistas, pijos, trumpistas, autistas aislados de la sociedad, incels, católicos, rojipardos, hipermusculados y hasta adoradores del Sol. Todos fueron aprendiendo de las primeras figuras que comenzaron este movimiento y inspirándose en seguir creando. En personajes como Noventa (@90248a), quien expuso públicamente a muchos intocables de la izquierda (fueron noventeados). Y como elemento sobre el que orbitar, Españabola. Pedro Herrero pone al tuitero como paradigma del paso a lo real: “Twitter es muy divertido pero lo que quiere es transformar la realidad. Y esto te permite llegar al momento más bonito que es el ahora. Es más satisfactorio crear en el mundo de lo real que refugiarte en el nicho de internet, a pesar de lo necesario que ha sido”, expresa el comunicador.

Noviembre Nacional

Las protestas de Ferraz han adelantado la evolución del Team Facha y su deriva a Noviembre Nacional. Han servido para que, algo que solo se concentraba en internet, pueda vivir por sí mismo a la intemperie. La derecha ha derribado tótems ideológicos asociados históricamente a los valores conservadores en España: Monarquía, Constitución y fuerzas del orden. Felipe VI es Felpudo VI y no es El Preparado, es El Masón. La Constitución no es la herramienta para que la nación sea un lugar habitable, sino el elemento que la destruye. "En cuanto al rey, la derecha le abandonaría si decide ser una figura simbólica que presida una especie de Commonwealth de naciones ibéricas con poca vinculación entre sí. Si este movimiento tiene algo claro es que la nación está por encima del rey. Y si no sirve, fuera", esgrime Quintana Paz.

Por otra parte, el filósofo considera "que los medios de comunicación están creando una realidad paralela. Por un lado tenemos una matrix que se cree mucha gente y luego están las cosas que pasan de verdad. La gente está sufriendo una trepanación de su cerebro para no captar las cosas que están sucediendo realmente. Se han criticado con dureza los desprecios a la Constitución por parte de algunos manifestantes y los cánticos de que destruye la nación. Sin embargo, a los medios se les puede refutar de una manera sencilla, ya que el artículo dos reza que la propia Constitución se fundamenta en la nación".

El espíritu de las protestas de Ferraz es más Eskorbuto que Taburete. Solo falta escuchar el Maldito País, ya que algunos versos de la canción van en consonancia con los sentimientos de las protestas. ¿Qué ha pasado para que un pijales se haya radicalizado hasta el punto de agarrar una botella y lanzársela a un antidisturbios? Al igual que en Shingeki no Kyojin, España vive un retumbar. Es su caso, nacional. Un despertar que no tiene nada que ver con partidos políticos sino con la raíz más pura de la sociedad: la cultura popular. Lo nacional-popular, como diría el periodista Víctor Lenore.

Noviembre Nacional cuenta con algunos aspectos que dan sentido y cohesión a su lucha. Lo primero, sus miembros creen que tienen razón. Y defienden algo que nos sobrepasa a todos: la nación. Incluso, se apropian de Dios para justificar su lucha. “Dios lo quiere, es la voluntad de Dios”, expresaba un manifestante a las puertas de la parroquia del Inmaculado Corazón de María mientras un grupo de antidisturbios retrocedía varios metros ante los ataques de la masa encolerizada en uno de los asedios a Ferraz. La imagen fue potentísima. Varios agentes de la ley retrocediendo ante una lluvia de piedras y cristales con la banda sonora de un autista ultracatólico. Y todo esto, sin el Team Facha, no sería viable.

El PSOE manda y es Sánchez quien ha alzado la bandera. No sabemos si la defenderá con alegría o con qué, pero la izquierda, al ser poder y estar en una tormenta de contradicciones, tiene el reto de contener a la derecha, que es la nueva protesta social. Vox intenta capitalizar un movimiento del que jamás podrá apropiarse, pero del que sí beneficiarse. Al mismo tiempo, este movimiento divide a la derecha y es bueno para el PSOE. Al igual que el 15M, Noviembre Nacional tendrá su efecto en los estamentos políticos y en la calle. El profesor Quintana Paz, teoriza sobre los siguientes pasos: "Todavía puede haber unos cuantos y tener un recorrido lento, con vericuetos y con algunas estaciones que no sospechamos cuáles son. El destino final, a mi juicio, debería ser vincular lo político con los partidos. Esto tiene que canalizarse y no quedarse en un espectáculo divertido de muñecas hinchables o espiritualmente consolador".

Sobre el papel que juega Vox en este fenómeno, el doctor en Filosofía considera que el partido "está en la calle y se ha alejado del liberalismo económico. Estamos ante un Vox distinto, sin figuras como Macarena Olona o Víctor Sánchez del Real, quienes están haciendo elogios de la Policía en estos momentos. El resultado ha tenido cierto sentido y hace a Vox más pertinente para los momentos actuales. Ahora está mucho más capacitado para las revueltas callejeras que antes. Vox debe presentarse como un partido que defienda una nación conectada con su historia y que no puede si no estar relacionada con lo católico cultural. Un partido más patriótico y con sin pleitesía hacia la policia y las big four. Debe ser más popular".

Al final, pase lo que pase, no hay nada más peligroso o esperanzador que un chaval de 20 años cabreado.