El mismo día en el que se cumple un año de la escenificación de la soledad y la traición a Pablo Casado en el Congreso de manos de la cúpula del Partido Popular de entonces, el actual líder, Alberto Núñez Feijóo, ha enmendado la plana y ha negado que haya "mala conciencia" con el exdirigente al tiempo que ha restado importancia a las puñaladas internas a Casado tras denunciar el caso de las mascarillas en el que se vio involucrada Isabel Díaz Ayuso y su hermano. Y es que a pocos días del aniversario de la muerte política anunciada y después de salir a la luz los mensajes que distintos miembros de Génova mandaron al exlíder, ambos dirigentes han compartido una comida este miércoles en la que, según ha asegurado Feijóo, Casado le ha reconocido que tiene una agenda profesional que le impide compatibilizar con la política. Un extremo que el dirigente popular ha aprovechado para justificar su ausencia de los actos públicos del PP desde su controvertida salida del partido hace ya casi 365 días.

Una comida "cordial"

Este jueves, Alberto Núñez Feijóo ha estado junto al presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, en las Bodegas García Carrión en Daimiel. Una visita enmarcada en la presentación del candidato a la alcaldía de Ciudad Real, Francisco Cañizares, que va a realizar en la tarde del jueves y tras la que ha protagonizado una rueda de prensa. Un encuentro que se produce en la misma jornada en la que se cumple un año de la representación en el Congreso de los diputados del abandono público de la formación a Pablo Casado después de que este denunciara la presunta corrupción que habría cometido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el caso de las mascarillas de su hermano, y solo unas horas después de salir a la luz de que el propio Feijóo y el exlíder han compartido una comida este miércoles en el marco de las buenas relaciones entre ambos. Un asunto por el que ha sido preguntado precisamente el gallego durante su intervención ante los medios de comunicación que se han trasladado hasta el territorio manchego.

"No tengo mucha noticia que darle más que la normalidad de ir a comer con un compañero y expresidente del partido. Comida que estaba cerrada para navidad y que, como consecuencia de su agenda internacional y de mi agenda, no ha podido ser hasta ayer", ha dicho para justificar el timing de esta cita, que según defiende Génova ya estaba agendada para las fechas navideñas. Tal y como ha asegurado Feijóo, el exdirigente popular "está enfocado y centrado en una actividad profesional" que "no es compatible con la actividad política". "Cosa que entiendo y me parece razonable e inteligente", ha manifestado el presidente de la formación. Unas palabras que le han servido para justificar la tardanza de un encuentro entre ambos tras la guerra abierta dentro de la formación así como para la ausencia del expresidente popular en cualquier acto que ha celebrado la nueva cúpula desde que el 1 de marzo de 2022 saliera de forma oficial de la sede nacional.

Una agenda muy apretada

Así, Feijóo ha asegurado que la relación entre ambos "es cordial" ya que Casado "ha sido presidente del partido durante un tiempo" y que se repite con otros líderes de la formación. "Ha sido una comida cordial", ha sostenido. Respecto a su no presencia en actos, como en la Intermunicipal celebrada en Valencia a principios de enero y a la que sí asistieron Mariano Rajoy y Jose María Aznar, el presidente popular ha hecho referencia a la propia respuesta de Casado al respecto de las limitaciones que le suponen su nuevo trabajo. "Su actividad profesional en este momento requiere de no mezclarla con la actividad política, lo cual comparto. Si en algún momento hubiese algún tipo de compatibilidad, iría a aquellos sitios donde los dirigentes del partido le invitaran", ha sostenido antes de defender que los miembros de la organización no van "a lugares donde no se nos invita", ha dicho con cierto sarcasmo.

"Simplemente ha habido un Congreso en mi partido"

Ante la pregunta de si durante la comida le vio con ganas de volver a la política a pesar de los obstáculos por su actual ocupación, Feijóo ha vuelto a insistir en referirse a las palabras que -dice- le ha trasmitido el propio Casado al respecto de que tiene una "actividad internacional y ya no puede hacer actividad política, al menos durante un tiempo". "No soy intérprete, he comido con él y yo le refiero lo que le me ha dicho. En mi partido el hablar con exdirigentes no está prohibido", ha manifestado antes de negar "mala conciencia" con él tras la destrucción pública a la que tanto Ayuso como la cúpula de Génova le sometió hace un año.

"Como no hay ningún tipo de mala conciencia con nadie, yo hablo con los dirigentes que ha tenido el PP si les parece bien mantener un contacto conmigo y a mí me parece oportuno. En este caso ha sido así", ha declarado. Y es que Feijóo ha desmerecido las traiciones evidenciadas en la Cámara Baja y ha insistido en que "no hay nada que ocultar". "No hay nada pendiente. Simplemente ha habido un Congreso en mi partido. Yo me presenté, otros no se presentaron, nadie se presentó, y la gente votó. Esto es lo que ha ocurrido, no ha ocurrido otra cosa. Un congreso democrático en un partido democrático para sustituir a un líder", ha dicho para cerrar las dudas sobre los intentos de la dirección anterior del PP de acabar con la figura de Casado.