El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, insiste en el voto útil que le de una mayoría suficiente para gobernar sin Vox. Un mandato "claro y rotundo" que le permita impulsar su programa sin necesidad de apoyarse de la ultraderecha, pese a los pactos consumados en los últimas semanas con los de Santiago Abascal en cientos de ayuntamientos y gobiernos autonómicos. Para ello ha lanzado dos mensajes, uno al partido y los "españoles que ven necesario un cambio" de no dar por sentada la victoria. Otro a los potenciales votantes con otra batería de promesas, en este caso cinco pactos de Estado "en los que no haya exclusiones, vetos arbitrarios ni cordones sanitarios".

A cinco días de finalizar la campaña electoral, el líder del PP va con todo para intentar convencer a los rezagados que todavía no se han decidido por los populares. Así, se ha comprometido a cinco grandes acuerdos que pasan por diferentes materias sociales y económicas: uno institucional; del Estado de Bienestar; de Saneamiento económico; de Familias; y Territorial. "Con que salgan algunos, la legislatura habrá merecido la pena", ha dicho después de pedir una mayoría "no frentista, sino abierta". Así lo ha dicho tan solo unas horas después de mantener un tenso rifirrafe con la presentadora de La Hora de La 1 a cuenta de las mentiras en el debate y los acuerdos con Vox.

Aires presidenciales

Feijóo ha vuelto a ponerse el traje presidencial en un mitin y ha querido presentar sus principales líneas de actuación en el caso de llegar a ser presidente del Gobierno esta vez junto a cerca de la mitad de los candidatos por Madrid al Congreso y al Senado desde una localización no poco estudiada. Lo ha hecho en un lugar reseñable: el Faro de Moncloa. Un enclave a 92 metros de altura desde el que se puede ver todo el centro de la capital... y el Palacio de la Moncloa, sede de la presidencia nacional. Allí ha defendido que "quedan cinco días" para lograr algo que llevan esperando "cinco años", "cambiar al aún presidente".

"Ni cerca es dentro ni poder es conseguir, pero tenemos al alcance nuestro objetivo", ha sostenido en este encuentro, en el que también ha defendido que "está en nuestra mano lograr que ningún voto se quede en casa". Además, como ya hizo en otro acto de campaña hace varias semanas atrás desde la Casa de América, en el que rodeó de un fondo gris con una fotografía de Moncloa junto a las banderas de España y de la Unión Europea sin ningún logo del PP, el candidato popular ha adoptado la misma imagen y ha dado su discurso de partido con una panorámica de Madrid al natural detrás y aires presidencialistas. Ni rastro de las dos 'p' ni en atril ni a su alrededor en el plano.

Y es que Feijóo se ve en la bancada del gobierno de la Cámara Baja, pero no quiere dar todo por sentado. "Es el lugar más adecuado para ser conscientes del punto en el que estamos. Me dirijo a mi país con Moncloa a la vista pero teniendo presente que quien está es Sánchez", ha dicho en el inicio de la recta final de la campaña para los comicios del próximo 23 de julio en un primer mensaje a su partido y a "todos los españoles que ven necesario un cambio". Asimismo, este mismo lunes por la tarde va a completar su agenda con una visita por la tarde a Barcelona, comunidad donde los populares esperan crecer en los próximos días hasta lograr ocho diputados.

Mensaje a los indecisos: "No busco venganza"

El segundo mensaje que ha querido lanzar ha sido hacia los ciudadanos, ante los que se ha vuelto a presentar como candidato para "restaurar el espíritu de la Moncloa" con el principio de "la Constitución y el anhelo de una libertad sin ira". "Tenemos el reto de deshacer trincheras, no dividir a los españoles en bandos y trazar un camino de bienestar común", ha sostenido antes de apuntar que "no busca venganza ni escarmiento" sino "una victoria necesaria para que España vaya de la mejor forma posible". Tras criticar que Sánchez hable en términos de un futuro gobierno de coalición, Feijóo ha reivindicado un ejecutivo en soledad.

"El cambio está al alcance de la mano, pero hace falta un esfuerzo final. España ha dicho basta el 28 de mayo pero debe confirmarlo el 23 de julio", ha asegurado para después colocar al PP como "instrumento principal del cambio". "Les pido a los españoles que me otorguen un mandato claro. No voy a defraudar, tanto lo que han votado como los que no se sentirán representados", ha manifestado para puntualizar que busca una mayoría "no para una política frentista, sino abierta". Eso sí, ha dejado la puerta abierta a volver a aliarse con la ultraderecha.

Los que tengan pretensiones de sumarse desde cualquier parte del espectro político, contarán conmigo. Pero mi límite será respetar la voluntad mayoritaria, la constitución, la sensatez y los intereses generales", ha manifestado. Así, ha defendido "sustituir coaliciones por pactos de Estado". "Voy a parar de intentarlo nunca pero con un apoyo rotundo será mas probable poder alcanzarlo. Un pacto no es otra cosa que un puente en democracia. Propongo uno nuevos pactos de la Moncloa en los que no haya exclusiones, vetos ni arbitrarios cordones sanitarios", ha sostenido.

Cinco pactos de Estado frente a las coaliciones

De esta forma, Feijóo ha defendido cinco líneas: la Institucional para "mejorar la calidad de la democracia y la independencia de poderes"; uno por el Estado del bienestar que garantice la "viabilidad de la sanidad pública y la estabilidad de la educación"; otro por el saneamiento económico que establezca una "solvencia más vulnerable y de la clase media" así como los jóvenes; otro por las familias, a los que promete otorgarles una "mayor capacidad para lo prioritario", que pasa por "compartir tiempo con los suyos con la conciliación"; y un quinto pacto Territorial, para "fortalecer la España de las autonomías mediante un diálogo multilateral para decisiones comunes sobre asuntos comunes".

"Hacer posible estos cinco pactos no depende de mí, y de que muchas cosas han de cambiar en el resto de partidos, pero los resultados elocuentes nos llevará hacia ahí. Con que salga algunos de los cinco la legislatura habrá merecido la pena", ha manifestado con vehemencia antes de lanzar más de cinco promesas. "Prometo hacer todo en mi mano para que los puentes se reconstruyan; Prometo la verdad, tanto la amarga como la dulce; prometo explicar todo lo que hago y por qué lo considero necesario; prometo que las instituciones estén al servicio de la ciudadanía; prometo con humildad que los valores de la España real sean los que rijan la España oficial", ha enumerado.

Feijóo ha manifestado un compromiso para "gobernar para todos, sin etiquetas a nadie y con respeto a las minorías parlamentarias". "No voy a tolerar ataques a la unidad nacional, España de las autonomías, someter intereses en minorías ni personal, no seré rehén de ningún partido, ni del mío, ni contradecir principios, ni la voluntad de los españoles", ha explicado. Según el líder popular, "no existen las dos Españas que algunos quieren resucitar" sino una "de la libertad, igualdad, fraternidad". "A ella nos debemos. Por eso estoy aquí. Me gusta España como es, no quiero cambiarla sino mejorarla y representarla como se merece. Queremos un cambio sin ira", ha sentenciado.