De la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el nuevo líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, únicamente brotó un principio de acuerdo: “Retomamos las conversaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial”. No hubo acercamiento en el ámbito económico por la cerrazón del jefe del Ejecutivo, según Feijóo, lo que ha provocado que el líder de la oposición afee a los socialistas que “con la que está cayendo” su prioridad sea “poner y quitar magistrados”.

En una entrevista en la Cadena SER, el dirigente popular ha admitido que fue el propio Sánchez quien “me propuso el término de ‘retomamos las conversaciones’”. No hay límite temporal, aunque sí tienen como referencia que en junio finaliza el plazo para actualizar el Tribunal Constitucional y podría trabajarse en un paquete unificado: “Es distinto del CGPJ, pero tiene relación de forma directa”. Lo que le ha sorprendido es que “con la que está cayendo” la “prioridad del Gobierno sea poner y quitar magistrados cuando hemos tenido una huelga brutal” y la respuesta es “hacer tarde y mal una especie de ensaladilla de propuestas económicas”.

Reunión cordial, pero infructuosa

La cita fue cordial, tal y como ambas formaciones han trasladado públicamente, pero no limaron sus discrepancias en materia económica. Feijóo ha explicado que cuando se agenda un encuentro entre el presidente y el líder de la oposición, es este último quien “decide el contenido y el alcance” porque “si no la prepara, es muy difícil poder avanzar”.

El líder del PP ha celebrado que “dos políticos puedan hablar” porque es positivo para la ciudadanía, pero “no podemos mandar ningún otro mensaje positivo” porque no se cerraron acuerdos de políticas económicas. En este sentido, ha insistido en que sus propuestas fueron muy claras y concretas y, pese a que “la respuesta fue un ‘no’ contundente, se las voy a remitir” detalladamente. Para ello, ya que el eje vertebrador es una disminución del IRPF para movilizar del orden de 4.000 millones e impactar en la inflación, “he pedido datos a la Agencia Tributaria”. También ha puesto sobre la mesa dar salida a 1.700 millones de euros para autónomos y pymes; y decretar el IVA superreducido a la luz y al gas. Para poder concretar esto último, se requiere la autorización de la Unión Europea, pero Feijóo insiste en que “se puede hacer” porque Polonia lo ha conseguido y grava la energía a cero euros.

Además, le ha sugerido que valore una reformulación de la distribución de los fondos europeos. “No los estamos ejecutando y llevamos retraso. El propio Gobierno dice que hasta 2023 no se van a ejecutar. Le he planteado que un 7% de los fondos los podamos dedicar a aquellos ciudadanos que hacen inversiones, como por ejemplo los que ponen placas fotovoltaicas en su casa, que posteriormente puedan hacerse una desgravación fiscal”, ha expuesto. Y ha apuntillado: “Él dice que cree que no se puede hacer. Yo le digo que, en mi opinión, sí. Desbloquearía la ejecución de unos 5.000 millones de euros”.

El plan de Sánchez

Preguntado sobre si considera que el Gobierno “se está forrando” con los impuestos, el aún presidente de la Xunta de Galicia ha esgrimido que “está recaudando un 15% más y se lo queda” porque “a las comunidades autónomas se lo da dentro de dos años, cuando haga la liquidación de su presupuesto”.

En referencia al Plan Nacional de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania, ha reiterado que “no me ha pedido el apoyo, entiendo que ya lo tiene pactado con sus socios y yo no formo parte del pacto ni de sus socios”.

Vox, ¿ultraderecha?

Alberto Núñez Feijóo ha evitado calificar de ultraderecha a Vox y se ha limitado a razonar que “el objetivo es la agrupación del centro-derecha” en torno a las siglas del PP para “ganar elecciones” y no necesitar de ningún partido bisagra regionalista o independentista. La periodista Àngels Barceló le ha preguntado directamente por la integración de los de Santiago Abascal en el Gobierno de Castilla y León. “Lo que ha pasado es que ha habido unas elecciones, el PP ha ganado las elecciones, hablamos con el PSOE para ver si tenemos su abstención y la respuesta es que no”, ha dicho. Ante esto, la presentadora le ha matizado que los socialistas pusieron una condición: romper con la ultraderecha en los territorios donde gobiernan. “¿Será una broma, no? Que el PSOE nos diga que hay que romper con Vox cuando gobierna con EH Bildu en Navarra, aprueba Presupuestos con el independentismo…”.

A la cuestión de si Vox es un partido democrático, ha sido parco en palabras: “Se presenta a las elecciones, tiene votos y escaños. Esto es la democracia”. Mucho más contundente ha sido a la hora de condenar la comparación del diputado ultra José María Sánchez García del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y Pedro Sánchez con Joseph Goebbles y Adolf Hitler respectivamente: “No me gustó. Las cosas que oigo en el Congreso muchas veces no me gustan. Pero me parece más grave cuando lo hacen ministros del Gobierno de España”.

Sáhara Occidental: un giro inexplicable

El presidente del Partido Popular ha comentado la reunión mantenida entre Sánchez y Mohamed VI en Rabat durante la cena de ruptura del Ramadán. “No es un resultado aceptable”, ha referido. “¿Realmente pensamos que hemos avanzado algo? ¿Ha merecido la pena engañar a todo el mundo y que la política de Estado se convierta en política de un hombre de España? ¿Ha merecido la pena romper 40 años de consenso en España? ¿Ha merecido la pena que el presidente de mi país se vaya a ver al rey de Marruecos sin un solo voto del Congreso? ¿Qué ha ganado España?”, ha espetado visiblemente escamado.