El rey Felipe VI ha recibido este miércoles en audiencia al nuevo presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en el Palacio de la Zarzuela tras su elección este fin de semana durante el XX Congreso Nacional del partido celebrado en Sevilla como nuevo líder del PP. Así, el todavía presidente de la Xunta de Galicia le ha explicado al monarca a las principales líneas de actuación y propuesta al frente del principal partido de la oposición.

El presidente del PP ha trasladado este miércoles al rey su "perplejidad" por lo ocurrido con el Sáhara Occidental y ha criticado los "bandazos e improvisaciones" del Gobierno como, a su juicio, se evidencia con la entrada de forma "atípica" en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

Además, le ha asegurado que exigirá al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una bajada del IRPF para devolver liquidez a las familias y afrontar la inflación del 9,8%.

Así se ha pronunciado Feijóo en declaraciones a los periodistas tras su reunión "cordial" y "entrañable" de más de dos horas y media con Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. Este jueves seguirá con su agenda institucional y acudirá a las 11.00 horas al Palacio de la Moncloa para verse con el presidente del Gobierno.

Tras expresar su respeto por la monarquía parlamentaria, ha afirmado que el PP ha nacido "para servir" a España y seguirá defendiendo la Constitución. Además, ha señalado que el PP hará una política "responsable" y de Estado". "España tiene un aliado en el PP", ha proclamado.

Si dice "no" estará incumpliendo la Declaración de La Palma

"Servimos a España haciendo este planteamiento de dar liquidez a las familias", ha proclamado, para añadir que si este jueves Pedro Sánchez le dice que "no" estará "incumpliendo" la declaración de la isla de La Palma que firmó con los presidentes autonómicos en el marco de la Conferencia de Presidentes.

En segundo lugar, Feijóo ha expresado al jefe del Estado su "perplejidad" por lo ocurrido con el Sáhara, por la "ruptura del consenso en política exterior", y cómo se han ido llevando "las cosas", con "bandazos e improvisaciones", citando la entrada de forma "atípica" en España del líder del Frente Polisario.

Una cumbre clave

El Gobierno da por sentado que contará con el apoyo de la mayoría de sus socios para convalidar en el Congreso su plan anticrisis, pero quiere máxima unidad y pedirá también el respaldo del Grupo Popular. De hecho, este miércoles en la sesión de control, ha instado a la portavoz de los 'populares', Cuca Gamarra, a aclarar si va a apoyar o va a "seguir estorbando con la ultraderecha".

Feijóo considera que el paquete de medidas aprobadas por el Consejo de Ministros el pasado 29 de marzo es un "parche" hecho "con retales" que evidencia además que "no hay política económica detrás de esas medidas". Es más, ya ha avisado que no puede compartir una política económica que lleve al país a la "ruina".

El líder de la oposición exigirá tramitar ese plan de choque como proyecto de ley para poder introducir enmiendas en el Congreso. Y ahí una de sus principales propuestas será una bajada "inmediata" de impuesto del IRPF para afrontar el incremento de precios y que podría ser "temporal".

Sin embargo, el Gobierno no prevé acometer cambios en el texto, una opción que solo bajara en caso de tener que extender las medidas más allá del 30 de junio --la fecha límite que recoge el decreto--, según reconoció este martes la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Además, el Ejecutivo viene insistiendo en que ya han bajado los impuestos al prorrogar la reducción fiscal asociada a la factura de la luz, que fue aprobada el pasado otoño. También defienden que han incorporado otras nuevas, como la eliminación de las tasas portuarias a la pesca y la reducción de los peajes a las industrias electrointensivas.

El CGPJ, más de tres años con el mandato caducado

El jefe del Ejecutivo busca visualizar este mismo jueves un avance para reiniciar el proceso de negociación del CGPJ, que ya dejaron encarrilado en el pasado el ministro de Presidencia, Felix Bolaños, y el entonces secretario general del PP Teodoro García Egea.

El Gobierno confía en que el nuevo líder del PP acceda a renovar el órgano de gobierno de los jueces y recuperar así "los consensos básicos que nunca debieron perderse". Fuentes de Moncloa consideran que debería ser fácil lograr un primer paso que podría pasar, por ejemplo, por el anuncio de los equipos negociadores de ambas partes.

Para Feijóo este asunto no forma parte de lista de prioridades de España pero está dispuesto a "escuchar" al presidente del Gobierno. Hasta ahora, el PP de Casado ha exigido que los jueces sean "elegidos por los jueces" y el nuevo líder del PP reconoció este martes que ese criterio de su partido es "aceptado comúnmente y con cierta validación de la UE".

Críticas del PP por el giro del Sáhara

En el caso del Sáhara Occidental, Feijóo ha censurado duramente el giro "unilateral" del presidente del Gobierno que, a su juicio, "rompe" un consenso en política exterior. Por eso, espera aclaraciones este jueves sobre lo pactado con Rabat y que ha llegado a calificar de "acuerdo clandestino".

"Ningún partido político está legitimado para hacer lo que ha hecho el presidente del Gobierno. Y ningún Gobierno porque eso es romper el consenso de 45 años de política exterior, es romper las resoluciones de la ONU y practicar una política, en mi opinión, con un tic antidemocrático muy importante", ha aseverado este jueves en Telecinco.

Sin embargo, el Gobierno insiste en que no ha cambiado su posición ni ha dado un giro, en contra de lo que afirman todos los grupos parlamentarios y que su posición está en el marco de las resoluciones de la ONU y en línea con lo que han defendido sus predecesores en Moncloa.

Precisamente, el presidente del Gobierno viaja este mismo jueves a Marruecos para reunirse con el Rey Mohamed VI, un encuentro que simbolizará tanto el fin de la crisis diplomática como el inicio de la nueva etapa en la relación a raíz del respaldo español al plan de autonomía marroquí para el Sáhara y la incógnita de si hay garantías a cambio por parte de Marruecos.