Alberto Fabra, en el palco de Mestalla, el estadio del Valencia CF.



Hay hechos que retratan nítidamente a quienes los protagonizan, sean personas o, este es el caso, una institución como el Consell de Alberto Fabra. La Generalitat Valenciana acaba de pagar cerca de 5 millones de euros de intereses de la deuda de 81 millones de la Fundación del Valencia CF con Bankia,  mientras que con sus impagos ahoga a los sectores más desfavorecidos de la sociedad valenciana. Colectivos como la coordinadora de lucha contra el Sida, el Proyecto Hombre de rehabilitación de toxicómanos o las asociaciones de atención a niños con autismo ven con estupefacción cómo su supervivencia está en peligro porque la Generalitat no les paga lo que les debe.

Preocupado por vender el aeropuerto sin aviones de Castelló, -en el que llevan enterrados unos 200 millones de euros-, en llegar de una vez a un acuerdo con Bernie Ecclestone para poner fin al carísimo sueño de la Fórmula 1 en Valencia, o en colocarle a alguien por 80 millones los estudios cinematográficos de la Ciudad de la Luz de Alicante que costaron 274 millones, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y con él todo su gobierno, parece haberse olvidado de una serie de colectivos que ven cómo todo su esfuerzo está a punto de irse a pique, ahogados por los impagos de la Administración Valenciana.

Un millón a los niños autistas
Las asociaciones de atención a niños con trastorno de espectro autista acaban de lanzar una angustiosa llamada de auxilio. Los 400 niños que reciben terapia sufragada por la Administración autonómica pueden quedarse sin tratamiento en cualquier momento ante el millón de euros que se les debe a los centros especializados. La deuda se arrastra desde finales de 2011 y los niños podrían quedarse próximamente en situación de desamparo si no llegan fondos para los tratamientos. Según denuncia Fernando García, secretario del Centro de Evaluación, Diagnóstico e Intervención Infantil (Cedin), la conselleria de Sanidad “nos ha trasladado que si sigue sin fondos, se plantean incluso retirar este servicio”.

Desintoxicaciones en peligro
La falta de liquidez de la conselleria de Sanidad también afecta gravemente a otro colectivo vulnerable, como es el de las personas que sigue programas de desintoxicación en Proyecto Hombre. Los 48 trabajadores de Proyecto Hombre y de la Fundación Adsis Hedra han denunciado que la Generalitat les adeuda 1.200.000 euros, una situación que pone en alto riesgo la atención que reciben cerca de mil personas con distintas adicciones. Los impagos desde hace más de un año afectan no solo a las dos comunidades terapéuticas de Valencia, sino también a los centros de día de Valencia, Gandia, Sagunt y Ontinyent y al módulo de presos en tratamiento de desintoxicación de la cárcel de Picassent.

Lucha contra el Sida: Más de 300.000 euros
Ante el impago de la deuda contraida en 2011 y 2012, la Coordinadora de Asociaciones de lucha contra el Sida de la comunidad Valenciana (Calcsicova), que atiende cada día a unos tres centenares de personas, acaba de anunciar la puesta en marcha de distintas movilizaciones. La protesta se produce en unos momentos en los que el número de infecciones está aumentando en la Comunidad Valenciana, como constata el Registro de nuevos casos de la conselleria de Sanidad. La deuda contraida por la Generalitat durante 2011 y 2012 supera los 300.000 euros, pero la dirección general de Investigación y Salud Pública ha sido muy clara: No hay recursos para pagar la atención.  Los trescientos afectados por el Sida están a punto de dejar de recibir un apoyo básico para convivir con una enfermedad que conlleva un alto riesgo de exclusión social.

250 millones impagados del cheque vivienda
Con el pago a Bankia de los 4.800.000 euros de los intereses de la deuda del Valencia CF, la Generalitat ha vuelto a dejar patente que todos sus acreedores no son iguales. No son iguales que el club de fútbol los 50.000 valencianos que se acogieron a las ayudas a la vivienda y a los que el Consell adeuda unos 250 millones de euros. En su día el gobierno valenciano firmó un convenio con distintas entidades financieras para que éstas anticiparan las ayudas a los beneficiarios. Pero la Generalitat no paga el cheque vivienda desde 2009 y ahora los bancos exigen la amortización de los adelantos a quienes recibieron la ayuda. Si el Consell no paga, serán los propios beneficiaros los que tendrán que afrontar los pagos de su propio bolsillo.

Mil millones de deuda con los ayuntamientos
Por no pagar, el gobierno de Alberto Fabra no paga ni a los municipios valencianos, con los que mantiene una deuda de unos mil millones, según los datos facilitados por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias. Mientras, los ayuntamientos de las poblaciones más pequeñas subsisten a duras penas combinando imaginación y austeridad. Fabra, por su parte, espera como agua de mayo los 2.311 millones que solicitó al Gobierno central a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y con los que espera resolver sus angustiosos problemas de tesorería.