El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha abierto este lunes la segunda jornada conmemorativa del 40 aniversario de la fundación de la corriente de opinión Izquierda Socialista donde ha criticado a la "esa izquierda" que coquetea con el nacionalismo.

José Luis Rodríguez Zapatero ha indicado que es “fundamental para promover el debate, por ello, aunque sólo sea por preservar el debate”. En esta línea, Zapatero ha reconocido “la lealtad y la coherencia” de Izquierda Socialista, “y lo que es más importante, la decencia” porque “al final, la aspiración más importante de un socialista es la decencia”.

También quiso referirse a Afganistan indicado que “las intervenciones militares en determinadas regiones no han arreglado nada”. Así, ha indicado que “los partidos democráticos, de izquierdas, no pueden contribuir a nuevas guerras frías y ya se oyen tambores de tres guerras frías”.

Zapatero se decantaba así por el internacionalismo y la cooperación al desarrollo a la par que criticaba a “esa izquierda que se retrotrae a posiciones nacionalistas”, en referencia a la actitud del Partido Socialista Europeo y la propia Internacional Socialista.

"Este es el país más abierto del mundo y que más defiende a las personas LGTBI. Somos el país más querido por gais y lesbianas”, indicaba en referancia a la reciente denuncia falsa de Malasaña: "Lo primero que que deberíamos haber hecho es alegrarnos por ello, porque no existió ese ataque; y segundo, que quien realizó esa denuncia pague por ello ante la justicia".

Respecto a los “tambores de guerra fría” con China, explicó que las relaciones de occidente con este país han pasado en diez años de la condescendencia al temor. "Han sacado a 800 millones de personas de la pobreza y en el futuro próximo habrá 120 millones de jóvenes chinos liderando diversos sectores, mientras que sólo habrá 12 millones de jóvenes estadounidenses”.

Por último, ha querdio defender al Gobierno, del que aseguró estar esperando análisis sobre “quién influye a quién, si el PSOE a Podemos o viceversa”. “El PSOE tiene un caudal histórico de Gobierno tan poderoso que no puede temer compartir políticas”, indicaba.