Las heridas están lejos de cerrar en la izquierda a la izquierda del PSOE. Sumar y Podemos no han limado asperezas, pero lo que sí se ha registrado en estas últimas semanas es una bajada considerable de los decibelios. Si bien la vicepresidenta segunda y líder de la plataforma había pasado a la ofensiva con los morados, ahora desarrolla entre bambalinas los próximos pasos a dar. No es para menos, pues la campaña del 28 de mayo coloca una espada de Damocles sobre el cuello de Yolanda Díaz, quien debe medir escrupulosamente sus próximos movimientos. Por ello, desde el entorno de la también ministra de Trabajo envuelven bajo un espeso manto de prudencia los lugares a los que se desplazará este próximo mes, pero remarcan que hará todo cuanto esté en su mano “para que ningún voto progresista se quede en casa”.

El escenario en el flanco a la izquierda de los socialistas requería una relativa calma. Al menos ante la proximidad de la cita electoral del próximo mes de mayo. La campaña está a punto de comenzar. Periodo crucial para Podemos y Sumar, incapaces de sellar un armisticio antes de las municipales y autonómicas, lo que ha derivado en una suerte de guerra fría en ciertos territorios donde concurren por separado morados y fuerzas alineadas con la plataforma de Yolanda Díaz. En consecuencia, la vicepresidenta segunda y su equipo trabajan en silencio, sabedores de que cualquier paso en falso o filtración incrementaría un ruido que, por el momento, ha quedado soterrado bajo el murmullo de Vivienda o Doñana.

En Sumar, ya sea en público o en privado, echan agua al guiso. “Estamos desarrollando aún el calendario”, comentan a ElPlural.com voces autorizadas de la plataforma. La incógnita principal no se va a resolver. Ni tan siquiera se atreven a presionar a Podemos, a pesar de que la propia Díaz dio un severo golpe de timón a su estrategia de confrontación con los morados hace pocas semanas. La líder de la formación optó por entrar en el cuerpo a cuerpo con los fieles a Pablo Iglesias, táctica que no gustó en ciertos sectores de la izquierda ante el peligro que podía suponer a poco más de un mes para las elecciones.

Por ello, cuando se interroga a resortes de Sumar por los planes para la campaña, la respuesta es una evasiva. Eso sí, estas mismas fuentes sí aseguran que independientemente de los destinos a los que acuda Díaz, la idea es pelear con todo por la movilización del electorado. “Hará cuanto esté en su mano para que ningún voto progresista se quede en casa”, resaltan voces del entorno de la ministra de Trabajo.

Madrid y Valencia, el principal problema

Desde un primer momento, la premisa de Díaz pasaba por no hacer campaña en aquellos territorios donde morados y formaciones próximas a Sumar se presentaban por separado. El fin último es no laminar las opciones de Podemos, máxime en este periodo de tira y afloja con la fuerza que lidera Ione Belarra. Según detalla El Confidencial, citando a fuentes próximas al socio minoritario de la coalición, la vicepresidenta segunda del Gobierno hará acto de presencia en Euskadi para las elecciones forales y locales, así como en Navarra y Extremadura, además de la consabida Cataluña, donde pretende dar un impulso a una Ada Colau que se juega el todo por el todo en un escenario de lo más apretado.

Los problemas aparecen en dos autonomías concretas: Madrid y Valencia. En ambas, Podemos y partidos de la órbita de Sumar (Más Madrid y Compromís) compiten por un hueco en las instituciones. Además, en estas autonomías la formación de Ione Belarra abrirá y cerrará la campaña al 28 de mayo. Comunidades en las que, por cierto, los morados van de la mano de Izquierda Unida, que ya tomó partido en la guerra fría en favor de Yolanda Díaz.

En Podemos, siguiendo esta información, dan por hecho que Díaz se desplazará a Galicia, su tierra natal, pero también estiman que viaje a Málaga y a Córdoba, e incluso no descartan que haga campaña en Sevilla. Previsiones aparte, en Podemos han presionado durante estos meses con el calendario, reclamando a la líder de Sumar que haga público el planning para la campaña.

Belarra insiste

De hecho, este mismo jueves, la líder de los morados ha insistido en que ambas formaciones tienen que alcanzar un acuerdo. Ione Belarra, al mismo tiempo, ha calificado como “terrible” que haya personas que quieran que a Podemos “le vaya mal” el 28 de mayo para que su potencia negociadora se vea reducida a la hora de integrarse en Sumar. “No me puedo creer que haya alguien en nuestro espacio político que quiera que nos vaya mal. No puede ser”, ha lamentado la dirigente morada, mientras resaltaba que lo que está en juego no es el futuro de un partido en concreto, sino “la vida de la gente”.

Belarra sostiene que si Podemos gobierna “con más fuerza” supone una “garantía” para el fortalecimiento de los servicios públicos o el “avance feminista”. La líder morada percute en la oferta que ya le trasladó en su momento a Díaz para conjuntar fuerzas con Sumar, que no es otro que dar vía libre a unas primarias abiertas a la ciudadanía para elegir “el mejor equipo”.